Por Franco Miguel Alvariño
En conteo parejo de un strike y una bola, el cubano Yordan Álvarez sacudió el madero en la parte baja del cuarto inning para remolcar la primera carrera de los Astros de Houston ante los Marineros de Seattle. La conexión se convirtió en fly de sacrificio, pues el jardinero izquierdo, Sam Haggerty se lanzó para facturar una espectacular atrapada.
Álvarez abanicó un lanzamiento en curva, algo alta y a 74 millas, del pitcher Marco González y, con corredores en segunda y tercera, trajo para el home la primera anotación del juego en los pies de Michael Brantley. En esa misma entrada, los Astros fabricaron otra más y se llevaron el juego con marcador favorable de 2×0.
El partido terminó para Yordan, quien alineó como cuarto bate y designado, con producción ofensiva de 3-1, un doblete, un ponche y una impulsada, reafirmando así su excelente inicio de temporada, para no dejar dudas de por qué mereció la condición de novato del año en 2019 por la Liga Americana.
Durante su corta carrera en las Grandes Ligas, el “Ébano» ha empujado hasta el día de hoy un total de 95 carreras: 78 en el 2019, 4 en el 2020 y en esta temporada ya anda por 13. Del total de remolques, solo tres han sido mediante jugadas de sacry fly, algo bien curioso para un bateador como él.
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