HABLÓ LA EVIDENCIA: Randy Arozarena va bien, pero con MUCHO por mejorar

Juan Paez

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Por Juan Páez Randy Arozarena atraviesa una buena temporada. Y para afirmar esto, no tomamos en cuenta dos últimos meses para el recuerdo que tuvo en la campaña anterior, una actuación que no se ve todos los días, ni siquiera por parte de los mejores peloteros del juego. Simplemente, el cubano no solo es un…

Por Juan Páez

Randy Arozarena atraviesa una buena temporada. Y para afirmar esto, no tomamos en cuenta dos últimos meses para el recuerdo que tuvo en la campaña anterior, una actuación que no se ve todos los días, ni siquiera por parte de los mejores peloteros del juego. Simplemente, el cubano no solo es un bateador valioso y fundamental en el lineup de los Rays de Tampa Bay, sino que también le brinda a ese club versatilidad y excelencia defensiva en las esquinas de los jardines.

Luego de lo sucedido en la jornada del lunes en las Grandes Ligas, Arozarena registra 25 imparables en 21 juegos y 83 turnos oficiales con el madero. Tiene tres dobles, tres jonrones, 10 carreras impulsadas y 12 anotadas, con dos bases robadas. Todo esto lo acompaña con unas buenas frecuencias de .301/.356/.446 y un OPS de .768. El mayor problema para él es que colidera la Liga Americana en ponches, con 31, la misma cantidad que Joey Gallo (Texas) y Matt Chapman (Oakland). Hasta ahora, el 34.9 % de sus viajes al plato terminó por la vía de los strikes.

Y aunque el novato antillano tiene uno de los mejores promedios de velocidad de salida en la Gran Carpa (93.1), lamentablemente esa potencia en sus batazos no la combina con buen contacto. De hecho, desde que llegó al big show, su porcentaje de contacto disminuyó progresivamente de 76.7 % en 2019 a 64.7 % en 2020 y, por último, a 61.2 % este año.

El porcentaje de swings fallidos por Arozarena llegó este torneo a 40.5 %, un número preocupante considerando que el promedio de la liga es un 24.4 %. Lo extraño es que el isleño casi no está persiguiendo pitcheos fuera de la zona de strike (20.8 %) y, por el contrario, está haciendo contacto apenas en el 63.5 % de sus swings a envíos dentro de la zona (el promedio de la liga es de 82.2 %).

Esto pareciera indicar que podría tratarse de pequeños ajustes por realizar, debido a que no es normal que un bateador de la calidad del pinareño falle pitcheos “bateables” con tanta frecuencia. A continuación, una imagen de los pitcheos que abanicó Randy hasta ahora en la parte interna de la zona de strike…

Otro problema para Arozarena es la cantidad de roletazos que está conectando. De acuerdo con FanGraphs, el 64.6 por ciento de los batazos del cubano va por el suelo. Entre todos los bateadores con la cantidad necesaria de apariciones para aparecer en los lideratos porcentuales y de promedios, Randy posee el segundo valor más alto. Solo es superado por Nick Madrigal (66.1 %). Por tal razón, su promedio de bateo esperado (xBA, sus siglas en inglés) es un bajo .203.

Y si bien es cierto que el habilidoso bateador tiene buena velocidad para conseguir algunos infield hits, podría irle mucho mejor si levanta más la bola, también tomando en cuenta la fuerza de sus impactos.

Si Arozarena consigue poncharse menos y elevar un poco más sus conexiones, no es descabellado esperar que sus estadísticas puedan acercarse más a las que dejó el año pasado en su primera experiencia con los Rays. Le queda un buen tramo de temporada para acomodar su rumbo y cargar con la alineación de Tampa Bay.

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