Por Swing Completo
El destacado lanzador granmense Lázaro Blanco sorprendió a muchos cuando tomó la decisión de romper con la Federación Cubana de Béisbol luego de abandonar su contrato en México y quedarse en Estados Unidos en junio pasado.
Con 35 años de edad, el considerado por varios años como el principal del staff de pitcheo de la selección nacional decidió no emprender viaje a la nación mexicana y asilarse en Florida, Estados Unidos, poco después de la participación en el torneo preolímpico celebrado precisamente en el sur de este estado. En esa competición fue el abridor del juego inicial pero no pudo cumplir con eficiencia como la mayoría de las veces dentro del plantel cubano y fue sustituido tempranamente.
En entrevista al espacio «Chica Swing» el tricampeón nacional con Granma y una vez con Ciego de Ávila fue bien claro y amplio a la hora de abordar el tema de su separación de la pelota cubana, además del distanciamiento físico durante un tiempo con respecto a su familia y amigos.
«Fue una decisión bien difícil, pero antes no lo hice porque pensaba en mi familia cuando me hacían ofertas. Era algo bien duro. Lo que pasa es que vi compañeros míos como Ernesto Guevara Ramos, Víctor y Pablo Bejerano, Leonardo Rojas, Yanier González y he visto entrevistas a figuras destacadas de otras provincias como Carlos Yánes y ves que después de su retiro no tienen las mismas atenciones. Todos ellos y muchos más merecen un respeto, porque ver esos grandes atletas que pueden estar mejor. Eso sinceramente me llevó a decidirme con el apoyo de mis padres», declaró Lázaro Blanco.
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Más adelante Blanco aclaró que se quedó sin un pensamiento tan centrado en el deporte activo. «Si no es en el béisbol será en otra cosa pero vengo a vivir mi vida. No tengo por qué darle explicasiones a nadie. Hay gente que habla sin saber como uno vivía y dice que si yo tenía posibilidades. Pero mi preocupación no era el presente sino el futuro y lo que podía pasar después de mi retiro, como el caso de mi hermano y amigo Ciro Silvino. Quería algo distinto».
Lázaro se refirió igualmente a ejemplos lamentables que se han dado con luminarias como Antonio Pacheco que no fueron incluidas en el Salón de la Fama ni el homenaje que se hizo en el más reciente Juego de Estrellas en Santiago de Cuba en el que fue obviado inicialmente su mítico número 6. «Yo participé en ese juego y fue para mí una falta de respeto no poner su número como el de Pierre, Fausto, Alexei, Meriño y Alexei Bell. Esa fue una gran constelación de estrellas y merecían mejor tratamiento en ese sentido. Ver eso es duro y yo dije que a lo mejor yo veía eso conmigo y en realidad no lo quería».
No obstante, Blanco advirtió que sus estadísticas y resultados no se van borrar jamás pase lo que pase
y recalcó sobre el respeto que merece por su determinación. «Nadie me puede juzgar. Yo hago con mi vida lo que yo entienda, lo que sea mejor para mí, para mi familia y para mis hijos. El dinero dicen que es todo en la vida pero es como dice la frase que no te lo vas a llevar. Pero lo importante es ser feliz y lo fundamental es el apoyo que yo recibí de los míos especialmente mis padres, que siempre lo hicieron desde chiquito que era una etapa bien difícil cuando yo comencé mi carrera deportiva. Y aquí estoy tratando de seguir hacia adelante para ayudarlos a ellos».
Lázaro Blanco pisó en varias ocasiones territorio estadounidense en la Liga CanAm y el tope frente a Estados Unidos. Incluso llegó a participar de manera individual en ese circuito independiente y al término de la temporada retornó a su país pese a haber recibido invitaciones a quedarse.
Después de su divorcio con la FCB y la imposibilidad de volver en buen tiempo a la Isla,
el espigado monticulista fue contactado por el agente Carlos Pérez con el objetivo de aprovechar un talento que todavía puede mantenerlo disponible para muchas de las ligas profesionales que existen. De momento se mantiene entrenando de cara al próximo 2022 en el que seguramente lo veremos en acción y demostrando lo que todavía puede hacer. Lanzadores más veteranos y con menos recursos todavía se lucen en diferentes certámenes del caribe, Europa y hasta Asia. Incluso el béisbol independiente estadounidense también es una opción.
Blanco vive actualmente en West Palm Beach junto a su novia, una relación con una historia interesante que en otro momento podremos compartir. En Cuba tiene a toda su familia prácticamente incluidos sus padres y sus tres hijos.