Por José Alejandro Rodríguez
Lanzarse al mar en una lancha, es una historia que se ha repetido en Cuba, a lo largo de los años. No solo son atletas o peloteros, sino el pueblo en general. Unos escapan del sistema comunista que hay en la isla, otros de las malas condiciones de vida y alimentación, otros de las escasas oportunidades de desarrollo personal que muchas veces son limitadas por las políticas que se siguen en el país…. y muchos lo hacen para lograr sus sueños, sus metas, cumplir con sus aspiraciones en la vida, desarrollarse como persona, en toda la magnitud de la frase.
En los últimos años, para bien de los cubanos, la emigración desde la Mayor de las Antillas ha podido ocurrir, en gran medida, por vías legales. Esto es una bendición, porque muchas personas se arriesgaron a perder su vida… y otras la perdieron, por escapar del país. Aunque no todo el mundo tiene la posibilidad de costearse un viaje o acceder a los permisos para salir legalmente, es una puerta que se abre, para bien.
Sin embargo, mientras ocurran hechos como el que hoy les vamos a contar, será difícil que exista total transparencia en los procedimientos legales para salir de Cuba. Y que conste, este no es un suceso aislado, sino que se repite con más frecuencia de la que podemos imaginar.
El pasado 12 de marzo, El Show de Swing Completo, espacio estelar de nuestro canal de YouTube, el cual se transmite de lunes a viernes a las 8pm hora de Cuba, contó con la presencia del jardinero tunero Henry Urrutia como invitado especial, quien fuera un jugador de Grandes Ligas con el equipo de los Orioles de Baltimore.
Henry nos contó en el show cómo fue que se produjo su salida de Cuba y la reacción de su padre Ermidelio Urrutia al respecto, pero también relató una interesante historia ocurrida en la embajada de Guatemala en La Habana, cuando intentó solicitar visa para salir legalmente de Cuba.
“Yo fui a una entrevista para obtener la visa a Guatemala”, dijo Henry en el programa. “Hablamos hasta con la misma cónsul y me dijo que sí, que todo estaba bien. Me explicó que el proceso de la visa podría tardar unos cinco días a una semana por los protocolos y ese tipo de cosas pero que no me preocupara que yo iba a obtener mi visa”
“Como les dije, la propia cónsul fue la que me atendió y me explicó todo eso”, agregó el pelotero. “Sin embargo, como a los cuatro días, me llamaron a decirme que fuera a buscar mi pasaporte que la visa estaba denegada. No me dieron explicaciones de nada, pero así ocurrió”.
Es posible que, aunque no dejara de sorprenderle a Henry y a su familia lo ocurrido, lo haya tomado como algo normal, quizás por ser el hijo de Ermidelio y venir de una familia con tradición beisbolera y revolucionaria, por lo que era probable que no le permitieran salir de Cuba tan fácilmente.
No obstante, la sorpresa mayor llegaría un tiempo después. “Recuerdo que, como en 2014, esa señora me escribió. Ya no era cónsul de Guatemala en La Habana, pero me escribió por Facebook y me preguntó que por qué yo había ido a buscar el pasaporte”
Evidentemente, en esa oportunidad Henry sí quedó muy sorprendido con la pregunta de la señora, pero solo le atinó a responder lo que había sucedido realmente: “Me dijeron que fuera a buscar el pasaporte porque yo tenía la visa denegada”, explicó el pelotero.
Sin embargo, la respuesta de la excónsul de Guatemala en Cuba, según cuenta el tunero, dejó mucha incertidumbre sobre la mesa: “No, a mí me dijeron que tu habías ido a buscar el pasaporte porque ya tú no ibas a viajar”.
¿Qué ocurrió realmente? ¿Quién realizó la llamada a Henry? ¿Quién no quería que Urrutia saliera del país y por qué? Creo que son interrogantes que quizás nunca sean respondidas.
Henry tiene una pista: “Evidentemente, ahí pasó algo bien raro que ya se podrán imaginar por dónde va la explicación del asunto”. No obstante, algo si tuvo claro desde entonces: “En ese momento, me di cuenta de que (las autoridades cubanas) no me estaban dejando opciones. Si yo quería salir de Cuba, tenía que hacerlo de manera ilegal.”
“Yo doy Gracias a Dios de que hoy los muchachos tienen la posibilidad de salir legal y de regresar, pero sobre todas las cosas, no poner su vida en riesgo. Porque si hay fuertes testimonios de jugadores, como el caso de Félix Pérez, que si tú los escuchas tendrás idea de las cosas que han tenido que hacer mucho para lograr llegar a donde están ahora”
“Muchos de esos casos fueron, literalmente, verdaderas locuras. Que estos muchachos de hoy puedan salir en un avión y si no tienen la posibilidad de firmar pueden regresar a Cuba y jugar béisbol, lo veo como una bendición para ellos, la verdad”, concluyó Henry Urrutia.