Por Yasel Porto
Cuando se hable de historias de vida extraordinarias y hasta un tanto milagrosas desde el punto de vista de salud, en el ámbito del béisbol es probable que pocos superen la de este jugador ya retirado que vistió el uniforme de los Industriales de La Habana y la organización de los Medias Rojas de Boston.
Me refiero al exlanzador zurdo Rolando Viera Mezquía, quien el año pasado logró vencer al COVID-19 de forma increíble tras estar al borde de la muerte. Ya en Swing Completo nos referimos al tema con un video incluido que conmueve hasta el más incólume.
Tras un largo y complejo proceso de recuperación, el hombre de 48 años demostró haber salido ya de la peor parte y son escasas la afectación por las secuelas que le dejó el virus. Poco a poco Viera recuperó todas sus funciones esenciales y lo último de consideración que quedaba por superar era la movilidad total de sus manos y pies.
Su travesía desde Naples a Miami en enero pasado para el Juego de Estrellas del béisbol cubano demostró cuánto había avanzado quien una vez nadie contaba con su vida por el nivel de gravedad al que había llegado.
Este jueves Viera me escribió para comentarme que había viajado a La Habana el pasado sábado para reencontrarse con los familiares que le quedan en su tierra de origen. Se trata de su hermana y sus dos sobrinos, a quienes no veía desde hacía cuatro años y con quienes ha mantenido un vínculo muy estrecho.
«Fue muy emocionante volver a verlos. A mis sobrinos los había dejado bien pequeñitos cuando los vi por última vez. Mucha gente del barrio y amigos del pasado también han sido parte de estos días muy especiales que he vivido por acá. Nunca pensé que en medio de todo lo que sucedió con la pandemia y conmigo en particular podía haber vuelto a mi tierra a ver a los míos. Pero así es la vida», me comentó.
El hombre que se convirtió en uno de los zurdos más talentosos del pitcheo cubano entre 1998 y 2001 hizo la travesía junto a la hija de su esposa, y permanecerá por espacio de un mes en la capital de la mayor isla caribeña.
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En ese país se dio a conocer por sus buenas actuaciones con Industriales, sobre todo las tres últimas temporadas en la que contribuyó a la clasificación de los Leones como uno de los principales abridores del staff. De hecho, en 1998-99 su rendimiento lo incluyó en la preselección nacional y lo situó en la élite entre los monticulistas de la mal llamada mano equivocada (10-4, 3.08 PCL).
A nivel provincial se recuerda su liderazgo como pitcher junto a Ángel Díaz dentro de la selección de la Habana Vieja que en 1997 y 1998 se tituló en el campeonato habanero.
Viera emigró legalmente a los Estados Unidos en el año 2001 y en ese país logró firmar con los Medias Rojas de Boston. Con estos trabajó por dos temporadas en los niveles A+, AA y AAA, y en 2002 fue dejado libre por la organización más exitosa de las Grandes Ligas del presente siglo.
En el momento que prescindieron de sus servicios hubo cierta sorpresa pues sus números en AA no habían sido malos (5-1, 4.89 PCL), al tiempo que en sus tres salidas en AAA con Pawtucket le hicieron solo do carreras en 6.2 innings de labor. Movimiento que muchas veces resultan inexplicables hasta para los especialistas.
Después de eso estuvo por casi una década entre Ligas Independientes de Estados Unidos y la pelota mexicana, con el 2007 como el año de mejor rendimiento tras cerrar con 12-7 y efectividad de 2.59. En 2009 su breve estancia en los Cañeros de los Mochis y los Indios de Navojoa hizo que tomara la decisión de retirarse definitivamente del juego activo.
