Por José Alejandro Rodríguez Zas
Más allá del resultado propiamente deportivo, el cual estuvo, por cierto, por debajo de sus posibilidades, la noticia más importante del Equipo Cuba que participó recientemente en el Campeonato Mundial Sub23 celebrado en Aguascalientes, México, fue lo relacionado con dos jóvenes peloteros cubanos que escaparon de la delegación y luego fueron regresados al hotel por las autoridades mexicanas.
Se trata de los jugadores avileños Alfredo Fadraga (receptor) y Yosvany Ávalos (lanzador), quienes lograron salir del Hotel Ramada donde se encontraba alojada la selecciona cubana de beisbol, pero fueron encontrados caminando por las calles de Aguascalientes y entregado a los directivos de la delegación, siendo devueltos a Cuba.
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Sin embargo, en el día de hoy, varias fuentes (entre ellas Francys Romero y Pelotas Cubana) han reportado que, luego de una reunión efectuada este martes en el estadio avileño José Ramón Cepero, las autoridades del beisbol en la isla decidieron suspender a Fadraga y Ávalos DE POR VIDA de la pelota cubana.
Evidentemente, los máximos dirigentes del deporte en Cuba han querido escarmentar de alguna forma la acción llevada a cabo por ambos en tierras mexicanas y decidieron desterrarlos por completo de su vida deportiva en la isla.
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Fadraga, reincidente en este tipo de acciones pues ya había sido suspendido anteriormente por intento de salida ilegal de Cuba, es un receptor con cinco Series Nacionales jugadas. En las cuatro primeras, acumuló 86 hits en 364 veces al bate, con un promedio ofensivo de .236, incluyendo 19 dobles, un triples y 21 jonrones como extrabases.
Además, el avileño impulsó 79 carreras y anotó 67, con una línea de bateo de .347/.467/.814 (OBP/SLG/OPS).
En su última serie, la edición 61, la máscara fue sublíder en jonrones con 21 (la misma cantidad que acumulaba en sus cuatro primeros certámenes), sexto en empujadas con 58 y quinto en SLG con .645. Además, bateó para un promedio de .315
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Por su parte, Ávalos, es un lanzador relevista que jugó su segunda temporada en Cuba. En su debut, trabajó en 28 partidos, todos como relevista, con récord de 1-2 y siete salvamentos, con un promedio de limpias de 3.49 y WHIP de 1.43, además de 22 ponches y 20 boletos, con un average oponente de .240.
Sin embargo, en la Serie 61, el derecho mejoró sus guarismos, siendo pieza clave en la inclusión de los Tigres en la postemporada. Lanzó 26 juegos como relevista, con balance de 6-3 y 10 salvados, promedio de efectividad de 2.52, WHIP de 1.40 y 29 ponches en 39.1 entradas trabajadas. Su promedio de bateo rival fue de .252.