Por Jesús Pérez Vichot (Chuchi)
Si hace varias décadas atrás la mayoría de los peloteros latinos y de color eran discriminados en las Grandes Ligas, en los últimos años todo parece ser muy diferente. Hechos sobran para afirmar que lo que un día fue ya hoy no sucede o al menos no con la misma intensidad de aquellos perturbadores años.
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En la actualidad es muy común ver un contrato millonario a un jugador latino o de color. Más allá de que todavía pueda existir algún acto de racismo, generalmente no es lo que se está palpando. Por ejemplo, este año un boricua (Francisco Lindor) se embolsará $34,100,000, un venezolano (Miguel Cabrera) en su última temporada como jugador activo ganará $32,000,000, un dominicano o de raíces quisqueyanas (Manny Machado) recibirá $32,000,000, un cubano (José Abreu) se embolsará $19,500,000 y hasta un japonés (Shohei Ohtani) cobrará $30,000,000.
Es decir, varios jugadores no nacidos en Estados Unidos y de color también tienen todo el derecho a percibir salarios estratosféricos. El último pelotero latino en ser contratado esta temporada baja por una descomunal suma de dinero es el dominicano Rafael Devers. El antesalista firmó nuevamente con su club (Red Sox) por 11 años y $331 millones.
Otro estelar tercera base que fue contratado este invierno por el mismo equipo (Braves) para el que siempre ha jugado es el estadounidense Austin Riley. Con números muy similares en 2022 a los de «Carita» y con casi la misma edad (Devers 26 años y Riley 25 años) el dominicano, latino y de color, ganará mucho más dinero que el «gringo». Riley consiguió una extensión por 10 años y $212 millones.
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La calidad y el talento de Devers no es cuestionable, el salario que devengará lo justifica con su rendimiento y juventud. Lo mismo sucede con Riley, solo que aquello de «discriminación» cada día se ve menos en MLB. Claro, excepciones siempre habrán, en cualquier liga o deporte, incluso hasta en la vida cotidiana.
Ya sabemos que Riley es unos meses menor que Devers. Ahora veamos algunos de los números que alcanzaron ambos en la campaña 2022.
OBP: Riley (.349) y Devers (.358)
SLG: Riley (.529) y Devers (.521)
OPS: Riley (.878) y Devers (.879)
OPS+: Riley (142) y Devers (141)
CA: Riley (90) y Devers (84)
2B: Riley (39) y Devers (42)
HR: Riley (38) y Devers (27)
CI: Riley (93) y Devers (88)
TB: Riley (325) y Devers (289)
WAR: Riley (6.5) y Devers (4.4)
Promedio de Fildeo: Riley .964 (14 errores y 283 asistencias) y Devers .964 (14 errores y 255 asistencias).
Ambos jugadores a pesar de su juventud, ya saben lo que es participar en el Juego de Estrellas, ganar la Serie Mundial y el Bate de Plata. Riley y Devers tienen muchas cosas en común, sin embargo, el contrato del dominicano es superior al del estadounidense. Sí, la directiva y las necesidades de cada equipo no son las mismas, pero los hechos hablan, ya aquello de «discriminación en el béisbol» ha ido pasando de moda… No creen?