El beisbol cubano sigue asombrando por los hechos increíbles que se desarrollan en los torneos locales. La II Liga Élite nos ha puesto frente a nuestras miradas varios de estos capítulos.
La afición de la isla comentó en jornadas pasadas lo sucedido con el jugador de cuadro Jorge Enrique Alomá. El capitalino trabajó en par de oportunidades como lanzador frente a la novena de Matanzas. Los castigos recibidos por el staff azul obligó a la desesperada medida. El dominio ejercido por Alomá fue amplificado a través de las redes sociales, ante lo bizarro de la situación.
Lo narrado anteriormente es conocido, pero ocurrió algo más con otro pelotero que no gozó con la misma promoción. El protagonista de nuestro escrito es José Manuel Prieto, quien es el tercer receptor del conjunto de Artemisa.
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Beisbol Cubano en la mira
El periodista Duanys Hernández se encargó de poner el reflector sobre lo conseguido por el «Cazador» en el Beisbol Cubano.
Según la citada fuente, José Manuel Prieto actuó por segunda vez como pitcher en el último partido de la subserie ante Santiago de Cuba. Este juego se escenificó en la jornada del martes 5 de diciembre. El discípulo de Yulieski González laboró durante 1.3 innings permitiendo un solitario hit, sin anotaciones.
El improvisado monticulista posee apenas tres veces al bate, pero ya acumula ocho outs con sus envíos. Además, ha actuado como receptor, lanzador, primera base y jardinero izquierdo. ¡Impresionante!
La publicación del periodista Duanys Hernández nos hace ver una última curiosidad:
«Cada vez que Prieto lanza, le confiscan el juego a uno de los equipos. En su primera salida, Artemisa utilizó de manera indebida al lanzador Osdany Rodríguez, y aunque perdió el juego, se le hubiera confiscado en caso de victoria. En su segunda salida, Artemisa cayó 9-11 ante Santiago de Cuba, pero los indómitos utilizaron indebidamente a Yoendris Montero, por lo que la victoria pasó a los Cazadores» culminó Hernández
El beisbol cubano es de extremos. Lo mismo podemos ver tres o cuatro errores defensivos de manera consecutiva que un catcher actuando como pitcher. La calidad en la II Liga Élite deja muchísimo que desear. Realmente no debería alarmarnos nada de esto.
De esta manera, es una imposibilidad creer que estamos desarrollando el deporte nacional. Los tropiezos en los eventos internacionales seguirán, hasta que no vayamos a la raíz del asunto. Las curas momentáneas y los maquillajes superficiales solo hunden más las esperanzas.