Industriales, la mística, la tradición, el cuento chino y nada más

Por Alexander García

Podría parecer que todo es una cuestión de contexto, de mala racha, que la década maldita de Industriales estaría llegando a su fin; pero igual, con el paso de los días en la Serie Nacional, son más las dudas y los sinsabores que deja la escuadra capitalina.

Podría parecer todo eso y que todo es pura habladuría, pues los azules suman ya tres victorias seguidas y arrollaron a los tuneros en sus predios este martes 24; podría parecer pero cuando uno mira en su conjunto el campeonato, a Industriales dentro del campeonato; las rachas buenas y malas, las altas y bajas, cuando eso pasa y se mira hacia el puesto nueve de la tabla de clasificación, nos convencemos que la realidad es cruda, muy cruda de hecho.

Ya Guillermo Carmona aseveró que confía en la incursión  de Industriales en la postemporada y con eso tal vez le hecho más leña al fuego, pues las posibilidades de los habaneros al día de hoy, dista mucho de esa meta.

No obstante él, Carmona,  es el manager, quien conoce mejor el equipo y sabe el potencial que tiene, el mismo que debe hacer maravillas para resolver los continuos problemas de lesiones y las bajas ofensivas, eso merece respeto.

Más allá de esta tesis inicial, la situación de los Leones  si es preocupante, pues ahora mismo pretenden salir de su peor momento no solo de la Serie sino de los últimos años; téngase en cuenta que si ahora mismo, el campeonato terminara en 45 juegos como el pasado, quedarían fuera.

Además, otro factor a tener en cuenta es que todos los equipos que están por encima de Industriales ahora mismo en la tabla, incluido Mayabeque, que le sigue los pasos; todos esos conjuntos se ven en mejor forma que los capitalinos, mejor armados, con más profundidad, sobre todo en el área de lanzadores.

Si hay un tema que siempre es tendencia en la pelota cubana es el de Industriales, pues como sucede con los equipos emblemáticos, aun en sus momentos de tragedia generan noticia y dan de que hablar, de un modo u otro se vuelven el foco de atención del fenómeno, en este caso el beisbol cubano.

El elenco que participa en la Serie 60 es tal vez uno de los equipos azules más discretos de todos los tiempos, por nómina, por forma de jugar o por estilo, lo cierto es que los habaneros no son ni por asomo el equipo que antes asustaba a todos de solo pensar en el nombre.

La cuestión no solo estriba en los diez años que llevan sin ganar un título, sino en la actitud para encarar los juegos, en la manera de perder incluso, en la calidad de los peloteros. Si un equipo dominaba los hilos del juego a la perfección, ese era Industriales, el corrido y bateo, el robo de bases, la velocidad en función de la ofensiva, eso era así, ya no, desde hace varios años los capitalinos viven más de la mística que de opciones reales de pelear por algo en esta pelota.

El último vestigio de grandeza que tuvo Industriales fue en aquella final que perdieron con Ciego, a la cual llegaron después de vencer al Matanzas de Víctor Mesa en siete juegos de infarto. Desde entonces todo ha ido en picada y si el propio Mesa los metió en semifinales ante Las Tunas, donde cayeron también en siete juegos, la imagen de la selección que dirigió Lázaro Vargas tuvo un ápice más de dignidad, mostró la cara más pura del industrialismo, pues ya con el mandato de Víctor, los refuerzos eran un hecho.

No es un secreto, es la realidad y los hechos otra vez dictan la pauta, hace rato que Industriales vive de la fama alcanzada, del nombre que lleno de gloria la pelota de antes, quien lo quiera ver es un sabio, el que no creo pecara de ingenuidad.

Si bien es cierto que todos los elencos grandes pasan por malos ratos y tienen momentos de sequía, miren a los Yankees de Nueva York o a los mismos Lakers en la NBA; si todo eso es cierto lo de Industriales toma dimensión pues a mediano plazo no se avizora una luz que los pueda acercar siquiera al camino de antes.

Todo el foco mediático sigue con ellos, la mayor cantidad de horas de televisión, el fanatismo de los narradores, el empuje del poder oculto tras bambalinas pero igual; el sol no se tapa con un dedo y nadie duda del trabajo o el empeño de Carmona, Tabares y Malleta, pero las circunstancias y los detalles que componen la realidad de estos Industriales van más allá de empeños descomunales.

Para el juego 60 se pueden incorporar a equipo hombres claves como Yosvany Peñalver y Jorge Luis Barcelán, así mismo el diestro Brayan Chi volvió a lanzas par de entradas a buen nivel pudiera. Con ellos pudieran llegar varias victorias pero el tiempo es inclemente con las aspiraciones industrialistas, solo queda esperar, por ahora el futuro se pinta gris.

Nos vemos a la vuelta.

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