Por Enrique Rey
Uno de los peloteros más disciplinados del béisbol cubano ha sido el estelar exjardinero capitalino Javier Méndez González. Su ética dentro y fuera del terreno lo ha distinguido a la misma altura de su calidad como atleta, una combinación que pocos han podido lograr con tanta clase. Pero esa caballerosidad ha tenido sus límites cuando aparecen en el juego determinados personajes cuyo comportamiento logra que la paciencia se pierda por un instante.
La historia en cuestión aconteció en el 2013, cuando lo que parecía un bello proyecto se convirtió en una disputa política a ambos lados del estrecho de la Florida. Se trató del controvertido homenaje a Industriales por sus 50 años de haber debutado y alcanzado su primer título en Series Nacionales, el cual se celebró en Estados Unidos que generó situaciones que primero lo pusieron en peligro y posteriormente evitó que fuera más exitoso de lo previsto.
De lo expresado hasta aquí y especialmente de lo que comparto de inmediato es partir de las referencias expresadas off de record por varios de los veteranos que viajaron desde Cuba para participar de aquel evento, testigos directos de las palabras de Javier en una reunión celebrada con la presencia del funcionario santiaguero.
Muchas fueron las especulaciones sobre el trasfondo socio-político de lo acontecido en Florida en agosto de 2013, y además de tergiversar ideas y opiniones de organizadores y peloteros residentes en Estados Unidos, algunos como Higinio, se manifestaron de forma peyorativa sobre el grupo que viajó desde Cuba. Aquella comitiva era originalmente de 15 miembros, pero terminó conformada por Rey Vicente Anglada, Armando Capiró, Antonio González, Lázaro Vargas, Lázaro Valle, Armando Ferreiro, Pedro Medina, Enrique Díaz, Juan Padilla y Javier Méndez.
A oídos de los veteranos llegaron los cuestionamientos emitidos en diferentes escenarios privados por parte de Higinio, quien criticó la posición política y moral por decidir formar parte de un evento al que Cuba no reconocía como favorable. Una de las frases que más retumbó fue: «A ellos tiene que pasarle algo porque hicieron el viaje a pesar de que batearon avisado y sabían bien cuál era nuestra posición». Y si con eso no bastara, el vilipendiado directivo y otros más como el entonces Presidente del INDER Cristian Jiménez, el entonces jefe de atención de atletas Tomás Herrera y el exjefe de Relaciones Internacionales Pedro Cabrera, alegaron elementos totalmente falsos para oponerse a aquel evento.
El grupo fue convocado a un encuentro en el INDER a su regreso de Estados Unidos, el cual contó con la presencia de varios funcionarios del deporte, como Vélez, momento que aprovecharon los veteranos para responder a algunos que habían hablado lo indebido.
Las palabras de Javier fueron el colofón de varias intervenciones importantes, además de haber sido las más directas y duras hacia Higinio, a quien calificó de mentiroso por lo que expresó sin base ni razón, y mucho menos tener la valentía suficiente para hacerlo frente a ellos. La respuesta del federativo cubano no existió, aunque según confesó después a él lo mandaron a mantenerse callado todo el tiempo sin importar cuánto lo increparan, y también llegó a negar posteriormente en un plano menos público que hubiese hablado lo que le achacó Méndez.
Algunos de los participantes en el evento por el 50 Aniversario de Industriales encontraron reacciones directas por parte del INDER, pues Pedro Medina y Rey Vicente Anglada perdieron una posibilidad de trabajo en México y Panamá, mientras Lázaro Vargas fue confirmado a última hora para continuar como manager de los leones después de un profundo y largo análisis. Otros como Enrique Díaz fueron criticados personalmente por dirigentes gubernamentales de la provincia.
Por fortuna para los que aún viven en Cuba el tiempo se encargó de sacar de la mente de los decisores que estos gloriosos veteranos se habían portado mal a pesar de las múltiples advertencias de cuál era el camino a seguir. De hecho, el propio Javier asumió la dirección de Industriales en 2015 y más tarde se produjo el regreso de Anglada, junto a la vinculación de casi todos con diversas funciones oficiales.
Desconozco si después de aquella refriega de Javier las relaciones de Higinio con él han sido buenas o malas. De lo que sí estoy seguro es que pocos han sido tan valientes y sinceros con respecto al santiaguero, algo que demuestra que, aunque haya quienes fuera de Cuba le sigan pasando la multa de Winnipeg, en la balanza de su vida hay otras acciones que pesan mucho más a criterio de este periodista. Javier es más grande de lo que un grupo de extremistas piensa o dice.