Por Robiel Vega/@RobielVega
La armada cubana, poco a poco está tomando el ritmo esperado y uno de los que comenzó con grandes dificultades, está demostrado en sus últimas apariciones toda su calidad.
Con el partido 4 por 2, favorable a los Rays sobre Kansas City, Jorge Soler destrozó una recta de 93 millas a Michael Wacha que salió como un misil disparado a 423 pies por todo el jardín izquierdo.
La velocidad de swing de Soler es descomunal, la pelota salió disparada a 112.9 millas por hora y fue de esos batazos que solo con verlo salir, ya sabes cual sería su destino final.
El juego de Soler sigue mejorando cada día y hoy logró su tercer partido multihits de la temporada y segundo en los últimos 7 juegos. También conectó su cuarto extrabase de la temporada y su segundo cuadrangular.
Su promedio, a pesar de seguir siendo bajo (196), muestra una notable mejoría y su frecuencia de embasados también se ha disparado y ya promedia 323 de OBP. En consecuencia, su disciplina en el home ha mejorado, ponchándose sólo 6 veces en los últimos 7 encuentros.
Este bambinazo fue para Soler el número 96 en su carrera en las Mayores y cada vez está más cerca de romper la barrera de los 100 cuadrangulares, algo que sólo han logrado 15 cubanos en toda la historia. Con el de hoy, superó a una leyenda cubana, el gran Zoilo Versalles y quedó en solitario en el lugar 16 entre todos los cubanos y se colocó a 4 de Yonder Alonso, quien logró exactamente 100 y 7 de Tony González quien terminó su carrera con 103.
No los demoro más, los dejo con este descomunal batazo:
Especialista en Béisbol de Grandes Ligas | Licenciado en Letras y Ciencias Sociales
Escritor colaborador en Con Las Bases Llenas y SwingCompleto desde 2019, me especializo en ofrecer análisis profundos y relatos cautivadores sobre béisbol. Desde 2022, soy Senior Writer de los Houston Astros y Miami Marlins, aportando una perspectiva experta y detallada sobre cada juego. Experto en coberturas de Juegos Olímpicos que ha cubierto las últimas ediciones.
Con una licenciatura en Letras y Ciencias Sociales, combino mi formación académica con una pasión por el béisbol. Creo firmemente que cada pitcheo, swing y atrapada tiene una historia fascinante que merece ser contada, y me dedico a compartir esas historias con aficionados y expertos del deporte.