Por Gian Franco Gil/ @Gian_Gil98
Poco se habla de las habilidades ocultas de José Dariel Abreu, tras su impresionante físico. Alto, corpulento, con una fuerza aterradora en sus muñecas, pocos pudieran predecir su inteligencia para correr las bases. Así lo demostró en el encuentro del domingo, 19 de septiembre, frente a los Rangers de Texas.
Los Medias Blancas visitaron el “Globe Life Field” en la jornada dominical. En el desafío salieron victoriosos 7×2, como también resultó ganador “Pito Abreu” de una reclamación en la parte alta de la séptima entrada, cuando su equipo derrotaba a los de casa 5×2.
Ese capítulo el cubano lo inició con indiscutible al jardín izquierdo. Luego, su compatriota Yasmani Grandal visitó el rectángulo de bateo, con el objetivo de ampliar la diferencia en la pizarra. El receptor de los visitantes consumió su turno a la zurda, frente al derecho Mike Foltynewicz.
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Grandal soltó un metrallazo por la primera almohadilla, recibido por el inicialista Nathaniel Lowe, quien sin pensarlo dos veces pisó el primer cojín para garantizar el primer out de la entrada. Después, dirigió su vista hacia la intermedia, posición en la que el torpedero Kiner-Kalefa esperaba el disparo para doblar al cienfueguero.
Abreu, con algo más de maña que de velocidad, despistó a Lowe, provocando que su disparo a la segunda base fuera un poco desviado. El Jugador más Valioso de la Liga Americana en la pasada campaña, luego de correr varios metros sin establecer una línea recta, intentó alejarse del guante del defensor rival.
El tiro llegó justo, pero el corpulento corredor calculó milimétricamente en fracciones de segundo por el lugar que debía deslizar su pierna derecha. Así ocurrió. El tiro fue alejado. El campo corto levantó con maestría, pero la base se le había alejado.
Cuando intentó capturar al cienfueguero era tarde, había tocado la almohadilla y ganado una base importante en las aspiraciones de fabricar carreras de su equipo. Después de observar varias veces la jugada, el colectivo de árbitros decidió decretar el quieto para el cubano.
José Dariel Abreu conectó dos imparables en cuatro visitas al rectángulo de bateo, con dos carreras impulsadas y una anotada. Además, se ponchó en una ocasión y dejó un compañero en circulación. Por tanto, su línea ofensiva quedó en .263/.349/.488 AVE/OBP/SLG.