Por Alexander García
Tras la estrepitosa caída en la temporada pasada, las posibilidades Villa Clara en el béisbol fueron al piso y a día de hoy casi nadie cuenta con ellos para pelear por algo en la próxima campaña que inicia en septiembre.
Si en la Serie 58, Eduardo Paret llevó a los anaranjados a la final ante Las Tunas y puso a soñar otra vez a la afición; el giro radical que vino con posterioridad sacó de la palestra de favoritos a uno de los cuatro grandes de la pelota cubana.
Están los que achacan lo sucedido a la fuerte antipatía existente por parte de las autoridades sobre la figura del mítico Paret; otros a las lesiones y a las salidas de jugadores claves como Norel Gonzalez y Yosver Zulueta. Si a esto le añadimos el bajón de figuras con roles vitales en la alineación como Yeniet Peréz y Yurién Vizcaíno, caemos en cuenta con más veras que la transformación de un año a otro fue radical.
Aquí volvemos al punto inicial; nadie le otorga posibilidades a los del centro del país, pero reflexionando un poco, tres lanzadores del calibre de Freddy Asiel Álvarez, Alain Sánchez y el joven Pablo Guillén, bien le pudieran enderezar el camino a cualquiera. Si a esta tríada le sumamos a Javier Mirabal, la historia toma un cariz mucho más serio en cuanto a opciones reales de los Leopardos.
La cuestión respecto al pitcheo se vuelve vital, más si tenemos en cuenta el nivel de nuestra Serie Nacional y la probada calidad de Freddy y Alain, quien debe estar recuperado de su lesión rumbo al 12 de septiembre.
De acuerdo a declaraciones de varios miembros del cuerpo técnico que dirige el debutante José García; Yeniet y Vizcaíno deben suplir las carencias de la Serie 59 y retomar el paso de ediciones anteriores. De igual modo, no es desdeñable para nada el aporte ofensivo de hombres como Raúl Reyes y Walter Pacheco.
Un elemento a tener en cuenta es la figura de Juan Carlos Lopéz, quién debe explotar sus condiciones ya para esta temporada, al igual que Otoniel González.
Así, con una mezcla de veteranos y jóvenes, la escuadra villaclareña realmente no luce tan rezagada respecto a sus rivales y al menos pienso hoy, con un ojo más crítico que sí pudieran entrar, al menos, entre los primeros ocho y ahí pelear su playoff.
Muchos le dan todo el crédito al manager García, quien a pesar de ser un novato en materia de dirección es considerado un estudioso del béisbol, un hombre que sabe de pelota y aquí puede estar otro aliciente; al tener menos presión, todo puede fluir de un modo positivo.
La tradición y la mística acompañan a Villa Clara, es algo innegable, si en un momento parecía que no, la perspectiva en esta oportunidad nos muestra un toque diferente.
Nos vemos a la vuelta.