Un jugador que ha sabido aprovechar las oportunidades que se le presentan, es Luis Arráez. El nativo de Yaracuy en Venezuela, explicó en una entrevista lo informal que fue la organización de Minnesota Twins una vez que fue cambiado a Miami Marlins en el offseason de 2022.
Habían pasado 13 años desde la última vez que un jugador de Twins se coronara con el título de bateo. Joe Mauer se vistió de gloria en aquel año de 2009, cuando presentó un promedio de .365, de ahí para allá, surgió una década de sequía para que otro dominara ese renglón.
Luis Arráez, un jovencito de apenas 25 años de edad para ese entonces, regresó el podio; el cual fue el tan anhelado liderato bateo de su liga. Sin embargo, el béisbol es un negocio y son raras las ocasiones cuando un equipo se termina amarrando a una atleta de por vida.
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Luis Arráez se enojó con la organización de Minnesota
A pesar de haber puesto a Mellizos en las miradas de toda la prensa, no fue suficiente como para sembrar ahí una estadía prolongada. Se conoció por voz del propio Arráez, lo mal que se sintió al saber que fue traspasado a otro equipo.
El intermedista conversó en un Podcast para el programa Escuela de Nada, que conducen Nacho Redondo, Leo Rojas y Chris Andrade. En ella aprovechó el espacio para comentar sobre el intercambio donde se vio involucrado él y su compatriota Pablo López: «Ese día me levanté y vi el teléfono, tenía más de 20 llamadas perdidas de Thad Levine y Derek Falvey (Gerentes del equipo)», con conocimiento que podía ser cambiado por los rumores.
Se sintió confundido porque venía de llevarse la corona de bateo y asistió al evento donde presentaron los nuevos uniformes que estrenarían para la temporada 2023. Revisó la Red Social X, para confirmar lo que se estaba difundiendo y decidió llamar a los gerentes, recibiendo una respuesta concreta: «Te cambiamos ahora mismo». Pero lo que marcó la vida de Luis Arráez fue la informalidad de la noticia: «‘Dios te bendiga. Bendiciones… Y listo, me colgaron la llamada. Ni gracias me dieron, ni nada», recordó el camarero de Marlins.
Pero el destino le prepararía una de las temporadas más emblemáticas para jugador alguno. En 2023 se coronó por segundo año consecutivo como líder de promedio (.354), asistió a su segundo All-Star y ganó el Bate de Plata.
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