TIENE QUE JUGAR: Manager de Reds plantea mover al cubano José Barrero

Por Aliet Arzola

El pasado 16 de agosto la gerencia de Cincinnati se comunicó con José Israel Barrero para que hiciera las maletas y se embarcara en un viaje con destino a las Grandes Ligas. Solo cuatro días después de que el chico castigara a Nashville en las Menores con su primer partido de tres extrabases en el 2021, los Reds llamaban a su prospecto #4, quien no ha tardado en tomarle el pulso al Big Show.

“El Finito” (hijo de Luis “El Fino” García) ha mantenido su bate caliente en las Mayores, pues en sus primeros seis viajes al plato se ha embasado cuatro veces (un boleto, un pelotazo y par de cohetes) para un elevado OBP de .667. Barrero primero asumió como suplente el pasado lunes, y este miércoles ya entró de titular en el lineup de Cincinnati como séptimo madero y torpedero.

Ante los Cubs, el capitalino consiguió su primer partido multi hits de la temporada tras pegar sencillo y doble en tres turnos oficiales, además de recibir un pelotazo. En sus anteriores 25 juegos de Grandes Ligas (entre 2020 y 2021), Barrero nunca había entrado tres veces en circulación en un mismo duelo.

El pasado curso, cuando “El Finito” recibió su primera oportunidad en MLB durante una temporada caótica, recortada y sin acción en las Menores, no conectó más de un imparable en ninguno de sus primeros 13 encuentros, hasta que en jornadas consecutivas (13 y 14 de septiembre) consiguió sendos partidos de dos cohetes.

En este 2021, le ha tomado mucho menos lograr su primer duelo multi hits, tan solo 48 horas después de enfundarse en la camiseta de los Reds con el dorsal 38. Esto no puede verse como un guiño del destino o una cuestión de azar, porque Barrero ha dado muestras consistentes de progresión en las Menores, primero en AA (Chattanooga Lookouts) y luego en AAA (Louisville Bats).

Entre los dos niveles, dibujó una línea ofensiva de .303/.378/.532, por mucho lo mejor de su carrera. Para situar las cosas en perspectiva, veamos cómo fue su desempeño en cada temporada desde su debut en el 2018:

2018: .245/.290/.344 (32 extrabases, seis jonrones, 53 remolques, 13 bases robadas)

2019: .280/.343/.436 (46 extrabases, ocho jonrones, 55 remolques, 15 bases robadas)

2021: .303/.378/.532 (37 extrabases, 17 jonrones, 62 remolques, 15 bases robadas)

Detrás de estos números podemos encontrar otros detalles relevantes, como el aumento de su tasa de boletos, de un 3 % (19 pasaportes en 517 comparecencias) en el 2018 a 9,4 % (34 en 361) en el 2021. También está el hecho de que en 2018 el 6,2 % de sus viajes al rectángulo fueron extrabases, indicador que ahora se ha disparado a un 10,2 %.

La gran incógnita es si Barrero logrará adecuarse al nivel de MLB y al menos acercarse a su producción en las Menores. Todavía es muy apresurado decir que está listo para ser un jugador de todos los días, objetivo que le costará materializar porque Cincinnati tiene a Kyle Farmer como torpedero titular, aunque ya se probó en segunda y tercera en AA y AAA.

Precisamente, los Reds estarían mirando con luz larga y proyectando un posible movimiento del antillano, pero rumbo a los jardines. El periodista Mark Sheldon avanzó en MLB.com que “El Finito” podría recibir oportunidades en las praderas, donde ha estado practicando en las últimas jornadas junto con Jeff Pickler, el coach de los guardabosques de Cincinnati.

De acuerdo con el reporte de Sheldon, el cubano capturó algunas líneas y elevados, además de recibir roletazos y tirar al cuadro. Al respecto, el manager David Bell dijo que, si bien no se trata de un trabajo serio hasta el momento, es consciente de que Barrero puede jugar allí.

“Creo que es bueno que los muchachos no estén atrapados en un solo lugar”, dijo Bell. El mentor también señaló que están abiertos a que sus jugadores más atléticos puedan moverse y crear así flexibilidad en la nómina.

“Esto te da la mejor oportunidad de ganar cuando tienes muchachos que están dispuestos y son capaces de moverse así, especialmente los jugadores jóvenes (…) Creo que realmente puede ayudar a las carreras de los jugadores y ayudar a un equipo”, apuntó Bell.

Con estas ideas en mente, Barrero puede trabajar enfocado en ampliar su espectro y apostar por la versatilidad como una manera de generarse más oportunidades en el campo. De momento, ha mostrado mucha más madurez y aplomo en la presente campaña, aceptando su rol y trabajando fuerte en pos de llegar a la tierra prometida.

En cierta medida, no puede negarse que va por buen camino. A mitad de campaña, Barrero fue llamado al Juego de Futuras Estrellas en Colorado, donde pegó un largo jonrón y no lo pudieron poner out en dos turnos. Allí mostró al mundo sus credenciales y mandó un mensaje contundente a los Reds, que podrían tener en sus manos un proyecto de estrella. Tiempo al tiempo.

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