Por John Ortiz
A término de cada temporada beisbolera en la Major League Baseball todos los equipos hacen un balance de lo que fue bien y lo que se puede mejorar de cara al futuro de la organización.
Así mismo, se analizan los rendimientos de la plantilla y se eligen los jugadores que pueden aportar al equipo en la campaña siguiente, se desechan los que ya no cuentan y se realizan ajustes salariales. Se podría decir que termina la temporada para los peloteros y comienza para los dueños de equipos y gerentes generales.
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Es así que llegan estas fechas cruciales que pueden definir la economía de algunos peloteros; en el caso de la que nos ocupa el arbitraje salarial, es un proceso que muchas veces la franquicia y el jugador intentan evitar llegando a un acuerdo, aunque no en todos los casos sucede así.
Este año 304 peloteros llegan a esta instancia, para decidir su salario en base al rendimiento exhibido y la valía que tienen para el equipo.
En ese proceso se encuentran enrolados tres cubanos, entre ellos uno que ha sido puntal para su equipo, al que ha ayudado a clasificar a postemporada en los dos últimos años; se trata del outfielder pinareño Randy Arozarena.
Precisamente ese valor agregado que brinda el caribeño a los Tampa Bay Rays deberá ser motivos suficientes para que el gerente general de los floridanos Peter Bendix llegue a un acuerdo por cuatro millones de dólares con el caribeño, según estimaciones del sitio especializado MLB Trade Rumors.
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Esto pondría a Arozarena en posición de ganar un salario de siete cifras por primera vez en su carrera, además de que se embolsaría más de cinco veces el total de billetes que ingresó a su cuenta en 2022 que fue de 716,600 dólares, reseña el sitio spotrac; una cantidad bastante baja para los números que ha dejado el cubano en sus dos primeras temporadas completas en el Big Show, en las que incluso ganó el premio al Novato del Año de la Liga Americana.
No obstante el pimentoso jugador antillano se ha ganado un lugar especial en el equipo de los Rays y en la fanaticada floridana también por su manera de jugar al béisbol y esto podría ser un plus a la hora de decidir su suerte.
Esta será la primera vez que Randy se enfrenta al arbitraje salarial, proceso que tendrá que repetir en cada una de las siguientes temporadas hasta que entre en la agencia libre en 2027, por lo que su rendimiento dirá si es merecedor o no de una mayor remuneración.