Paciencia y perseverancia, la respuesta de Yusniel Díaz ante lesiones

Por Jesús Alaín Fernández

Yusniel Díaz es uno de los prospectos (No. 8 en la organización según MLB Pipeline) sobre el que los Orioles de Baltimore han centrado esperanzas en los últimos años. De hecho en el 2018 fue pieza del trato que llevó a Manny Machado a los Dodgers de los Ángeles, y por algún tiempo estuvo en la cima de la lista para la organización.

Su principal problema no ha sido precisamente el rendimiento deportivo. Yusniel había estado poniendo números decentes en sus asignaciones en las Ligas Menores desde su llegada en el 2015 a la organización de los Dodgers de los Ángeles, sin embargo ha sido un habitual en las listas de lesionados desde el 22 de abril del 2016 cuando realizó su primera visita.

Recientemente Yusniel fue enviado por su organización, los Orioles de Baltimore, a la Liga de Otoño de Arizona en un intento por darle tiempo de juego luego de un par de temporadas en las que su desarrollo se ha visto limitado entre sus propios problemas físicos y el Covid-19.

No obstante, luego de sólo 27 turnos al bate con el equipo Mesa Solar Sox, sintió una leve molestia en el hombro izquierdo al hacer un swing y fue retirado del juego diario. Aunque la lesión no parece nada grave todo indica a que los Orioles darán por terminada su incursión en la Liga para dar tiempo suficiente a una recuperación completa que le permita llegar en óptima forma al entrenamiento de primavera del 2022.

Su línea ofensiva al momento de lesionarse era de .222/.382/.444 con un jonrón y diez ponches, mostrando aun potencial y al mismo tiempo lagunas que cubrir para allanar el camino a la Gran Carpa.

Yusniel es parte del roster de 40 de los Orioles desde que su contrato fuera seleccionado en noviembre del 2020, pero las lesiones no lo han dejado tener horas de vuelo consecutivas suficientes para concretar la forma física a la que el equipo y su proyección deberían llegar. En el 2021, solo participó en 65 encuentros en niveles de desarrollo con .161 de promedio ofensivo, 82 ponches y 18 bases por bolas en 230 veces oficiales al bate. Su BAbip  fue también anémico pues exhibió un .233 que clasifica por más de .100 puntos como el peor de su tránsito por el béisbol profesional.

El cubano que había ascendido rápidamente dentro de los Dodgers de los Ángeles obtuvo con esa organización quizás el mayor logro en su aun corta carrera deportiva. En el 2018 recibió  la invitación al juego de las Estrellas Futuras. Allí compartió equipo con los hoy ya estelares Randy Arozarena (el Señor Octubre cubano) y Yordan Álvarez (MVP de la Serie de Campeonato de la Liga Americana en el 2021) lo que nos da un indicio de, según su generación, por donde podría haber estado ya.

Ahora solo resta esperar nuevamente por la recuperación y puesta en forma. El talento existe. Yusniel es parte de una generación que siempre arrastrará “el año perdido” por la Covid 19 que en gran medida ralentizó el desarrollo natural. La estrategia para lograr una llegada a la MLB con sabor a regreso para el prospecto cubano tiene que ser la paciencia y perseverancia.

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