Por Juan Páez / @jmanupz
Alguna vez Ariel Miranda fue una de las esperanzas del pitcheo cubano en las Grandes Ligas. En ocasiones lució como el brazo zurdo que podía establecerse y alzar la bandera de la isla con aperturas brillantes en la rotación de los Marineros de Seattle, pero factores como la inconsistencia, el descontrol y la alta cantidad de cuadrangulares recibidos acabaron (o al menos pusieron en pausa) su carrera en la Gran Carpa.