Por Yasel Porto
Hace un tiempo atrás acá en Swing Completo informamos del proceso que vivió el legendario exreceptor y entrenador habanero Pedro Medina Ayón, quien logró salir del centro médico tras contraer el mismo virus que ha golpeado a tantos seres humanos en los dos últimos años.
“El Héroe de Edmonton” había salido de lo peor la vez anterior, aunque no completamente. Producto a las secuelas de la pandemia volvió a ser hospitalizado para un chequeo de rutinas, una vez más en el hospital Salvador Allende del municipio Cerro (Covadonga).
Según me informaron amigos y familiares del propio Medina, estuvo varios días internado a causa de una afección pulmonar que le dejó el virus. Sus dificultades para respirar se han ido incrementando aunque la visita a la institución médica ubicada relativamente cerca de donde reside el expelotero junto a parte de su familia, no resultó en ningun hecho de gravedad, según confirmara su hermana.
El “Médico”, como lo apodaron cariñosamente compañeros de equipo y sus alumnos en la Universidad del Deporte, pudo ha salido poco a poco del estado delicado en el que estuvo y afortundamente fue dado de alta del hospital.
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Su organismo siempre ha sido bastante fuerte, no solo por practicar deportes sino por otras razones de peso donde se incluye la ausencia de tabaquismo y otros vicios que pueden agravar aún más el enfrentamiento a este tipo de enfermedades.
Medina cumplió el pasado 19 de diciembre 69 años de edad, y sin contar su afectación reciente siempre destacó por ser uno de los miembros de su generación que mejor lucía físicamente hablando. Incluso todavía se mantenía activo en la liga de veteranos y en algún que otro partido conmemoratorio que se hacía.
Después de brillar como jugador en las décadas del setenta y ochenta fue un entrenador exitoso en muchos lugares. Se convirtió en uno de los grandes managers del béisbol italiano y en la Serie Nacional de Cuba guió a Industriales a aquel histórico título de 1996 que privó a Villa Clara igualar el récord de cuatro coronas consecutivas en poder aún de los propios Leones.
Buena parte de su vida de retirado del juego como atleta destacó como profesor titular del Fajardo (Universidad del Deporte) hasta que llegó la pandemia y la mayoría de las actividades se congelaron.
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Además de su trascendencia deportiva el carácter particular de Medina le ganó gran respeto y cariño entre la inmensa mayoría de los que se han relacionado con él, y a eso sumarle que para millones de fanáticos capitalinos y no capitalinos es una de las figuras que mayor admiración ha dejado.
De más está decir que los mantendremos informados de la situación alrededor del mítico número 31 de los equipos habaneros y nacionales, de quien esperamos y pedimos que siga evolucionando hasta que salga totalmente adelante con esta problemática que tanto daño ha hecho a millones de seres humanos.