Abril en la pelota: ¡Feliz Cumpleaños Javier Méndez!

Por Andy Lans

En cualquier esfera de la vida, encontramos historias de grandes personalidades que antes de alcanzar la fama recibieron un “no” por parte de algún especialista.

Cuando el niño Javier Méndez González decidió presentarse en la Escuela de Iniciación Deportiva (EIDE), le rechazaron debido a su baja estatura. Sin embargo, el muchacho nacido en el reparto habanero de Santa Fe, un 22 de abril de 1964, nunca declinó en su afán de convertirse en jugador de los Industriales.

Quizás lo más notorio de la carrera de Javier Méndez en las edades tempranas resulta el Mundial Juvenil celebrado en Venezuela en 1982. Javier figuró en ese conjunto cubano junto a luminarias como Orestes Kindelán, Antonio Pacheco y Omar Linares, por solo mencionar algunas. Integró el todos estrellas de la competencia, y lo más importante, Cuba regresó con la medalla de oro.

El fogueo en los antiguos Metropolitanos, le permitió a Javier Méndez llegar a Industriales en calidad de titular. En una alineación donde Pedro Medina y Agustín Marquetti ocupaban el cuarto y quinto bate respectivamente, Javier Méndez se posicionaba tercero. Esa temporada 1985-86, en la que el jonrón de Marquetti ante Rogelio García en la final del playoff sacudió a toda la isla, Javier archivó un average de 350 con 7 cuadrangulares, 39 anotadas y 36 impulsadas en 46 juegos.

En la campaña 1986-87, Méndez encabezó a los bateadores con sorprendente promedio de 408 para adjudicarse el premio de Jugador Más Valioso (MVP) y en la 1997-98 compartió el liderazgo de boletos con el matancero Juan Manrique (72). Pero Javier Méndez guardó su mejor temporada para retirarse de las Series Nacionales:

En la 2002-03, Méndez implantó el récord de 92 impulsadas para una Serie, que tres años después igualaría Yulieski Gurriel y que destrozaría Alexei Bell con 111 en 2008. Completan los números de Méndez en el 2003, un registro ofensivo de 332, 19 bambinazos y 53 anotadas. Mereció su segundo MVP y al retirarse nadie había pegado más dobles de por vida en nuestros clásicos  que él.

Por si fuera poco, esa postemporada el oriundo de Santa Fe ganó el cuarto título de su carrera (los anteriores datan de 1986, 1992 y 1996). Méndez aportó a la tropa de Anglada en esos playoff con average de 412 (14 en 34), 5 dobles como extrabases, igual cifra de anotadas, 12 traídos al plato, y los más destacado, un porcentaje de embasado (OBP) de 625 producto de 20 bases por bolas.

Al finalizar su recorrido por 22 ediciones del máximo espectáculo deportivo del país, Javier Méndez bateó para 327, pegó 2104 imparables, de ellos 381 dobles, 41 triples y 191 jonrones. Pisó el home en 1139 ocasiones y propició que sus compañeros lo hicieran en 1175. Recibió 1244 bases por bolas y 111 pelotazos para un eléctrico OBP de 440.

“El seguro”, como le apodaban, sobresalió en el jardín central por su singular forma de atrapar los flys tirando un guantazo. Además, se opuso al retiro masivo de peloteros a finales de los 90`.

Vestido con el uniforme de las cuatro letras, Méndez casi siempre incursionó como jugador de cambio. No obstante se le recuerda en el Mundial de 1990, donde exhibió línea ofensiva de 355/429/548 en 8 partidos, y en el tope contra los Orioles de Baltimore.

No hizo equipo Cuba para las Olimpiadas de Barcelona 1992 y Atlanta 1996, quedó subcampeón en Sídney 200. Se despidió con la Selección Nacional bañado en oro, en los Juegos Panamericanos de Santo Domingo 2003.

Javier dirigió a Industriales durante dos Series, de 2015 a 2017. En su debut como mánager consiguió un tercer puesto, sin embargo las numerosas ausencias de jugadores no le permitieron un buen resultado en la siguiente justa. Aunque la Federación Cubana de Béisbol designó a Víctor Mesa, su nombre se barajeó para dirigir el tope entre Cuba y el Tampa Bay.

https://www.youtube.com/watch?v=jWDbQUDJYNQ
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