AL BATE CON MODESTO: El picheo de relevo y su verdadero valor

Por Modesto Agüero

   Cuando hablamos de grandes lanzadores, casi siempre nos referimos a los abridores, muy pocas veces mencionamos a un relevista.

   En el béisbol actual cobra más importancia el picheo relevo ya que los abridores tiran alrededor de 100 lanzamientos y con ellos trabajan normalmente seis o siete entradas, por lo que es necesario un acomodador para el octavo capítulo y el cerrador en el noveno.

   Existen muchos ejemplos de lanzadores abridores que abandonan el juego con ventaja en la pizarra para su equipo en el sexto o séptimo inning y luego los relevistas lo pierden.

   El caso más reciente lo tenemos en la Liga Koreana, donde el habanero Odrisamer Despaigne dejó dos juegos con ventaja y los relevistas los perdieron. En su primera apertura lanzó seis entradas, con cuatro hits permitidos, una carrera y ocho ponches, lo que es calificada como una apertura de calidad. Despaigne dejó el partido ganando dos carreras por una, sin embargo, en la séptima el bullpen de los Wiz se derrumbó, y el cubano no pudo lograr la victoria.

   Tras ganar en su tercera salida, abrió por cuarta vez y en siete entradas, permitió seis indiscutibles y dos anotaciones, dejando el encuentro con ventaja de cinco carreras por dos. Nuevamente falló el relevo y perdieron seis por cinco.

   El picheo relevo es toda una especialización y cobra más importancia ahora que es difícil ver a un abridor terminar un encuentro.

   Los relevistas deben tratar de lanzar fuerte y pegado en el caso de bateadores derechos, para tratar que no le conecten hacia la banda contraria, con corredor o corredores en circulación. La mayoría de los mejores roletazos para doble play son los que salen por tercera y el campo corto.

   El lanzador relevista debe tener uno o dos buenos lanzamientos en su repertorio, que no tiene que ser muy amplio, ya que trabaja frente a pocos bateadores y necesita tener un buen control pues casi siempre viene a lanzar con corredores en circulación.

   De acuerdo con la nueva regla, ahora tiene que lanzarle como mínimo a tres bateadores.

   Un error que hemos visto en muchos equipos Cuba es que convierten un abridor en relevista fácilmente y lanzadores que son relevistas en la Serie Nacional con muy buen rendimiento, quedan fuera de la selección.

   En la historia del béisbol, en las dos primeras décadas del siglo XX los pitchers que no eran estelares solo lanzaban en partidos dados por perdidos y los abridores trabajaban juegos completos y si tenían que ser sustituidos era por otros abridores.

   La historia recoge que Allen Russell, entre 1915 y 1925 jugó para Yankees, Red Sox y Senators. Fue el primer lanzador en acumular más de 200 apariciones como relevista.

   Pero estos son otros tiempos, la marca de 20 entradas en un juego en la Selectiva de 1984 de Mario Veliz (VCL) y Félix Núñez (ORI) y en la Serie Nacional de 1987 Roberto Domínguez quién lanzó de relevo por Henequeneros igual cantidad de capítulos frente a Industriales, pasaron a la historia.

   Hoy además de la reglamentación de lanzamientos en las Series Nacionales, en el béisbol mundial el trabajo de los pitchers abridores se basa en alrededor de 100 lanzamientos que le deben permitir generalmente trabajar siete entradas, por lo que insistimos el bullpen cobra mucho valor.

   Entre los principales cerradores en Grandes Ligas aparecen:

-Kenley Jansen, de los Los Angeles Dodgers

   En 68⅓ entradas en la temporada regular de la campaña pasada, Jansen regaló solo siete boletos y ponchó a 109 rivales. Acumula 301 Juegos Salvados.

-Craig Kimbrel, de Chicago Cubs

   Se enfrentó a 254 bateadores y ponchó a 126, casi la mitad. Su porcentaje de ponches de 49.6 por ciento fue por mucho el mejor de la MLB Los rivales le promediaron apenas .140, el menor average en la Liga Americana. Ha salvado 346 Juegos.

-Andrew Miller, de San Luis Cardinals

   Relevista zurdo más dominante, ponchó a 70 bateadores en 54.2 de entradas en 2019. En su carrera, 59 juegos salvados, con 54 victorias.

-Wade Davis, de Colorado Rockies

   En su carrera de once temporadas tiene 137 juegos salvados con 888 ponches en 943.1 de entradas.

-Corey Knebel, de Milwaukee Brewers

   Ha salvado 57 juegos con 321 ponches en 223 entradas lanzadas en su carrera. Su curva está entre las mejores en las Grandes Ligas.

Aroldis Chapman, de Nueva York Yankees

   En la pasada temporada ponchó a 85 bateadores en 57 entradas, con 37 juegos salvados para mantenerse como uno de los mejores cerradores. Compila 273 salvamentos en su carrera con 883 ponches en 535.2 entradas lanzadas.

   Uno de los que le dio la importancia real al trabajo de cerrador en Grandes Ligas fue Mariano Rivera de los Yanquis de Nueva York. Las posibilidades de remontar una desventaja para el equipo contrario bajaban considerablemente cuando él entraba a lanzar.

   Por todo esto, los equipos del Big Show se han esforzado en tener a lanzadores capaces de evitar carreras en los innings ocho y nueve.  Esto se ha convertido en una necesidad, por eso también los salarios de estos pitchers han aumentado considerablemente.

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