Por Pavel Ruiz
La Federación Cubana de Béisbol se reunió este miércoles 25 de diciembre con un pelotero residente en Estados Unidos, llevando al límite la licencia otorgada por el gobierno norteamericano a quienes quieren representar a la selección antillana en el V Clásico Mundial de Béisbol.
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El jugador en cuestión es el lanzador Elián Leyva, quien estuvo presente esta mañana en la reunión de conformación del roster de 30 que presentará Cuba al magno evento de selecciones nacionales, según informaron a Swing Completo fuentes presentes.
Leyva viene de brillar en la Liga Mexicana del Pacífico con los Naranjeros de Hermosillo y fue uno de los primeros en dar el sí al llamado de la Federación. Fue nominado al premio al Lanzador del Año por tercera vez en su carrera en la Liga Arco, de la que ya ganó una triple corona en el pasado. Esta temporada lideró a la franquicia de Hermosillo hasta las semifinales.
Según una nota acusatoria publicada por el INDER, el gobierno de USA prohíbe a los atletas de origen cubano, sean de MLB o no, viajar a la isla para participar en cualquier acción relacionada con el Clásico, pues solo podrán incorporarse al equipo el próximo 3 de marzo en Asia. Por eso la presencia del mayabequense pone en tela de juicio la denuncia, pues de ser cierta serían los propios federativos cubanos quienes estarían poniendo en riesgo su participación.
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Y no se trata de cualquier elemento de la lista, ya que el plan de Pedro Luis Lazo, entrenador de pitcheo del conjunto, es que Leyva sea el primer abridor del staff, según declaró en las últimas horas al narrador deportivo Evyan Guerra.
El verdadero alcance de la cláusula estadounidense no ha quedado claro, porque ya son varios los jugadores con asiento en esa nación han estado en Cuba en los últimos días, ya sea de vacaciones o para jugar en la Liga Élite, como son los casos de Erisbel Arruebarruena y Yoenis Céspedes.
Este tipo de medidas y encuentros furtivos forman parte de las tensiones políticas que rodean al béisbol cubano hace muchos tiempo, las mismas que imposibilitan que los mejores peloteros antillanos puedan formar parte de su elenco nacional.