Por Alexander García
Pito Abreu ganó el MVP y yo no lo creía; aun intento convencerme de que es real el suceso y veo el video con su reacción tras conocer el resultado, noto su alegría, su llanto, su emoción que es la de millones en toda Cuba; sé que de este nuevo logro no hablaran en los medios oficiales hoy ni mañana, ni pasado, quizás lo hagan el año que viene porque las circunstancias sean otras y entonces se pueda hablar, pero entonces no valdrá, hoy es el día.
Pito ganó, con temporada recortada y todo pero ganó en buena lid, porque lució inmenso con los White Sox, empezó a media máquina pero en cuanto encontró el rumbo no paró de sumar y si Dj le Maheiu bateó más que nadie, el compiló números en general para mandar a todos.
Desde su debut contra los Mellizos de Minnesota, aquel 8 de abril de 2014, José Dariel Abreu demostró que lo suyo no era ningún cuento, pues tras concluir abril, rompió varios récord de jonrones e impulsadas para un novato en un mes, con 10 y 31 respectivamente.
Con un comienzo así, era imposible no avizorar lo que venía, más cuando al terminar esa primera temporada sumó números para pelearle incluso el MVP, al mismo Mike Trout, pero bueno, no se podía pedir más, el premio al novato del año vino bien igual, Trout tenía que ganar como fuera, más cuando el reinado de Miguel Cabera tocaba a su fin por aquel entonces.
En verdad Pito siempre fue grande, desde que estaba en Cuba, más allá de su físico imponente, de sus muñecas de leñador, de su porte inmenso. Resulta imposible olvidar como con 20 años daba esas líneas atronadoras que impresionaba a todos, tampoco se pueden olvidar sus temporadas con más de 30 jonrones y 100 empujadas, en verdad hubo un momento, mucho antes de ese tercer Clásico Mundial, en que la Serie Nacional le quedaba bien grande a Pito.
Nadie lo decía en Cuba pero cuando todos se casaban con el Yuli, con Despaigne o Cepeda, el verdadero jerarca callaba para demostrar a palo limpio quien era el tipo duro en verdad.
El tiempo vuela y hoy se dice fácil siete años, pero no, siete años rindiendo como Pito en la Gran Carpa es algo para quitarse el sombrero y desde 2018 podíamos ver que el premio gordo estaba al doblar de la esquina.
A sus 33 años, el cienfueguero luce mejor que nunca y muestra lo mejor de su forma deportiva, incluso con contrato renovado y este primer gallardete en su haber, cómo no pensar que lo mejor está por venir.
Si hace ocho años, el beisbol latino en las Grandes Ligas tuvo un Miguel Cabrera que mando a placer en todo el circuito, hoy Pito Abreu hace renacer las esperanzas y nos pone a soñar con una nueva marca para orgullo de Cuba y de todo el continente.
Pito Abreu ganó el MVP de la Liga Americana y solo resta decir: ¡Qué grande eres hermano!
Nos vemos a la vuelta.