Por Yasel Porto
La Copa Mundial de Fútbol de Catar recién comienza y la polémica ya está presente de forma protagónica a través del propio Presidente de la FIFA. Algo que no sorprende teniendo en cuenta todo lo que rodeó la elección de este país árabe como sede del evento deportivo más importante a nivel mundial.
Gianni Infantino, titular del organismo rector del más universal de los deportes, ofreció declaraciones a la prensa en la antesala a la inauguración de la Copa del Mundo.
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“No tengo que defender a Catar. Ellos se pueden defender. Yo defiendo el fútbol y la injusticia. Muchos vienen y no les importan estos trabajadores. La FIFA sí que se preocupa, el fútbol se preocupa, y también Catar lo hace”, dijo refiriéndose sobre todo a todas las denuncias de explotación de trabajadores para la construcción de los estadios.
Otro de los temas cuestionados por la prensa y aficionados del mundo occidental ha sido lo relacionado con la diversidad sexual bien limitada dentro de esa nación, con reglas bastante particulares en función de sus preceptos islámicos.
Las declaraciones de Catar han mostrado su desacuerdo con la total libertad en tal sentido. Khalid Salman, embajador del Mundial 2022 y exfutbolista internacional con la selección catarí, afirmó que la homosexualidad “es un daño en la mente”.
Sin embargo, Infantino dijo que «todo el que quiera visitar Catar para el Mundial será bienvenido».
Otros temas controversiales tienen que ver con la prohibición de la venta de cerveza en los estadios y sus alrededores, entre otras limitaciones importantes que no son nada habituales en países de Europa, América y parte de Asia y Oceanía.
“Soy hijo de trabajadores emigrantes, mis padres trabajaron muy duro en condiciones muy difíciles. No en Catar, sino en Suiza. Recuerdo perfectamente dónde estaban los emigrantes en Suiza, dónde vivían, los derechos que tenían. Tenemos que vernos en el espejo, ver de dónde venimos. Tenemos que convencer a los demás. conversar, ayudar, y no dividir, sino unir. El mundo está lo suficientemente dividido, no tenemos que organizar una guerra, sino un Mundial”, destacó.
Amnistía Internacional criticó al presidente de la FIFA por no reconocer “el precio que pagaron los trabajadores inmigrantes” para hacer posible el Mundial y pidió que destine parte de las ganancias del torneo a compensarlos.
“Las demandas de igualdad, dignidad y compensación no pueden tratarse como si fueran una especie de guerra cultural: son derechos humanos universales que la FIFA se ha comprometido a respetar en sus propios estatutos”, afirma en un comunicado.
Luego de la elección de Rusia 2018 y Catar 2022 para organizar la Copa Mundial de Fútbol, se destapó una investigación por fuertes sospechas de corrupción dentro de la FIFA. Todo eso trajo entre otras consecuencias, la salida de un gran número de miembros de la cúpula de ese organismo, entre ellos su Presidente Joseph Blatter.
El gran favorito para el evento que arrancó este domingo era Estados Unidos, y muy pocos consideraban que la sede terminara en una nación pequeña, con pocos estadios, con un clima caluroso en extremo y una tradición futbolística limitada en extremo.
Infantino es un suizo con raíces italiana y además tiene residente catarí. Todo el tiempo ha defendido la limpieza y justeza de este país árabe con respecto a la Copa Mundial. Su ascenso a la presidencia de la FIFA no estuvo exenta de controversia.
