Por SwingCompleto/ contacto@swingcompleto.com
Aunque para muchos la comparación entre los antesalistas Omar Linares y Yuli Gurriel está entre lo estéril y lo redundante, para otros es perfectamente posible y nunca pasa de moda por tratarse de dos de los peloteros cubanos más transcendentales en la historia de este deporte.
El popular espacio nocturno de nuestro canal de YouTube inició el segmento “A 100 millas sin miedo” con esta controversia tan llevada y traída durante años, y como era de esperar la diferencia de opiniones no solo estuvo a la orden del día, sino que el debate se calentó sobremanera.
En esencia hubo tres corrientes; las que defendieron a cada uno de ellos y la relacionada con que este tipo de comparaciones no son justas ni factibles.
A partir de tres opiniones lanzadas al inicio de los ex peloteros José Ariel Contreras y Pedro Medina, así como el periodista Iván Alonso, todas bien diferentes, miembros del equipo de Swing Completo y más de una decena de fanáticos entraron al show y polemizaron sobre el particular.
Los defensores de Yulieski se basan en que a diferencia del “Niño”, el espirituano ha tenido la posibilidad de llegar a Grandes Ligas y destacarse en el béisbol más poderoso del mundo, además de haber tenido un rendimiento sumamente destacado en la pelota cubana. Incluso le achacan al pinareño el hecho de no haber rendido cuando fue para Japón con 34 años a pesar de las lesiones que no le permitieron hacer más y a que sus números en Cuba fueron con bate de aluminio buena parte de su carrera.
Con respecto a los seguidores del líder histórico en average dentro de las Series Nacionales, señalan que si bien su ofensiva extraordinaria fue con aluminio en su porciento mayor y a que muchos de los eventos internacionales donde brilló no contaba con profesionales, el pitcheo de la época que le tocó al campeón olímpico de Barcelona y Atlanta fue muy superior a lo que cogió el titular de la Serie Mundial de 2017 con Houston. Para los fans de Linares éste fue el líder de una generación talentosa en extremo, además de su talento súper natural y a que cuando enfrentó a profesionales en topes y los certámenes entre 1999 y 2001 lo hizo de maravillas. El hecho de no llegar a Grandes Ligas fue por decisión personal pese a que se produjeron muchas ofertas durante su trayectoria.
La otra corriente, expresa en un inicio por el ex receptor Pedro Medina, tiene que ver con lo absurdo o complejo de hacer una comparación entre dos peloteros o deportistas cuando las circunstancias y situaciones son muy distintas. Que sean de épocas distintas cualitativamente hablando y con otro tipo de diferencias como el bate, pelota y el pitcheo, más la cuestión que uno de los dos no jugó en el mejor béisbol del mundo por decisión personal, son elementos suficientes que dan al traste con una evaluación sobre quién fue mejor.
El programa también puso a disposición del público varias encuestas que para colmo arrojaron resultados diferentes. La primera dejó un porcentaje superior para lo dicho por Contreras en favor de su coterráneo, mientras la segunda de ellas fue más favorable para Gurriel.
La realidad indiscutible es que el tema jamás se va a agotar pese al número creciente de los que no soportan estos debates comparativos, ya sea porque no son objetivos o porque no hay discusión para esas personas sobre el que tiene la supremacía. Incluso después del retiro de Yuli seguirá existiendo la controversia de si fue superior o no a Linares, aunque centrarse en ellos dos podría ser un error para otro grupo que considera que figuras como Orestes Miñoso, Tany Pérez, Tony Oliva o José Abreu tienen los méritos suficientes para estar en la discusión y hasta tener la posibilidad real de encabezar el listado del mejor bateador o jugador de posición que ha dado el béisbol cubano.