Por Juan Páez
José Iglesias es uno de los cuatro agentes libres cubanos que restan en el mercado abierto de las Grandes Ligas. Gracias a una buena temporada 2022 con los Rockies de Colorado, Candelita dejó claro que aún está bien vigente y que, a punto de cumplir 33 años de edad (5 de enero), es merecedor de un contrato de al menos par de temporadas para darle continuidad a su carrera en la Gran Carpa.
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Iglesias no ha encontrado la estabilidad deseada en los últimos años en el big show. De hecho, la última vez que jugó con un mismo equipo par de temporadas corridas fue con los Tigres de Detroit, club con el que estuvo desde 2013 hasta el 2018. De resto, pasó el 2019 con los Rojos de Cincinnati, el 2020 con los Orioles de Baltimore, en el 2021 se alternó entre los Angelinos de Anaheim y los Medias Rojas de Boston. Por último, en el 2022 vistió el uniforme de los rocosos.
Tras el titilante acuerdo de Carlos Correa con los Mets de Nueva York, el torpedero cubano quedó junto con Elvis Andrus como los shortstops de mayor categoría en la agencia libre. Y hay más de una razón sólida para que equipos necesitados de un parador en corto consideren a Candelita como una real opción para cubrir sus necesidades.
En primer lugar, Iglesias viene demostrando últimamente que puede seguir bateando. En sus últimos 440 juegos, a lo largo de las pasadas cuatro campañas, el experimentado jugador batea para promedios de .292/.325/.408, con 457 hits, 95 dobles, cinco triples, 26 jonrones, 178 empujadas y apenas 218 ponches, además de un OPS de .734. Todo esto estuvo acompañado de una sólida campaña con Colorado en 2022, ligando para .292/.328/.380.
Siguiendo con las mejores características de su ofensiva, hay que hablar de su capacidad de contacto. Si Iglesias hubiese culminado la ronda regular con la cantidad suficiente de apariciones al plato para aparecer entre los líderes de porcentajes y promedios (502 PA), su porcentaje de contacto (86.8 %) habría sido el quinto más alto de todas las Grandes Ligas y el más alto de la Liga Nacional.
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Aunque las estadísticas avanzadas dicen que su defensiva ya no es de élite, sigue siendo un defensor bien decente en las paradas cortas, alguien que puede cubrir a diario la posición y ser un jugador por encima del promedio. Otro aspecto clave es que puede ser mentor de un campocorto emergente, como ya lo hicieron en Baltimore los Orioles para que guiara a Richie Martin.
Por último, volviendo a su bateo, Candelita tiene un valor agregado. Y es cuán bueno es cuando enfrenta escenarios con corredores en posición anotadora. De por vida en esa situación, liga para .305/.351/.433, con OPS de .783, además de 63 dobles, cinco triples y 13 jonrones. En el 2022, en ese ambiente, registró promedios de .354/.402/.475.
Con suerte, Iglesias podrá firmar un contrato que le asegure más de una temporada. Parece ser cuestión de tiempo para saber qué le espera a Candelita en el futuro cercano.
