Por Franco Miguel Alvariño
Este martes, 13 de abril, la página oficial de los Diablos Rojos de México dio conocer su preselección de 45 jugadores que iniciarán su preparación el venidero sábado 17 de abril en la Ciudad de México, en el estadio “Alfredo Harp Helú”, el mismo donde se celebró la conferencia de prensa virtual.
En la reunión se presentó al jugador de Industriales de La Habana, Lisbán Correa, quien entrenó por primera vez el pasado martes, en el estadio de su nuevo equipo. El slugger cubano, según el reporte de la página de los Diablos Rojos quedó impresionado con el estadio donde jugará en los próximos meses.
Correa durante la conferencia de prensa ofreció algunas palabras para sus compañeros de equipos y los seguidores de su nuevo conjunto. «Nunca había jugado en un estadio así. No me voy a querer ir de este campo», expresó entre risas el Jugador más Valioso de la edición 60 de la Serie Nacional cubana.
Durante la presentación oficial con el club mexicano, Correa también recibió su nueva camisa con el número 28, el que defenderá en la primera temporada en la ciudad azteca. Othón Díaz Valenzuela, director ejecutivo del conjunto, dedicó unas palabras al cubano.
«Para nosotros es un placer darte la bienvenida, aquí somos una gran familia y vamos a hacer todo lo posible para que te sientas como en casa. No tenemos dudas de que nos vas ayudar a conseguir ese campeonato 17 por el cual todos estamos trabajando», expresó el directivo para la página del equipo.
La junta directiva del seleccionado tiene muchas esperanzas puestas en el toletero de Industriales. Correa se ha mostrado muy feliz con lo que está sucediendo en su carrera deportiva, aunque ha tenido que esperar hasta sus 34 años, para ver finalmente los frutos de toda una vida de sacrificios dedicada al béisbol.
Después de verse envuelto en una trifulca y cumplir una severa sanción, Correa regresó a la recién concluida Serie Nacional Cubana con muchas ganas de demostrar todo su poderío ofensivo. Así lo hizo “El Billy”, que despachó 28 cuadrangulares en 75 juegos y se convirtió en líder de la temporada y recordista en el béisbol cubano. Además, lideró las carreras impulsadas con 82 y presentó un excelente promedio ofensivo de .320.