Por SwingCompleto/ contacto@swingcompleto.com
Hoy continuamos esta serie de análisis sobre los candidatos que más se han manejado para asumir el cargo de Presidente de la Federación Cubana de Béisbol, el cual está oficialmente vacante desde la muerte el pasado mes de mayo del santiaguero Higinio Vélez Carrión.
Como dijimos en el primer artículo que profundizó en la figura de Germán Mesa, sus ventajas y desventajas, aclaramos que Swing Completo hace un estudio de los candidatos que se han manejado a nivel interno más que en lo popular, porque es lo que en definitiva resulta más objetivo.
Pedro Medina: Ha sido uno de los grandes exponentes de la receptoría en Cuba y no pocos señalan al habanero como el más integral de todos los máscaras que han pasado por Series Nacionales. Logró múltiples premios individuales y colectivos en el contexto interno e internacional durante las décadas del setenta y ochenta. Como entrenador y manager también tuvo grandes resultados, resaltando el título conseguido al frente de Industriales en 1996 más su brillante papel en países como Italia y México. Tuvo experiencia en el rol de funcionario hace varios años ya cuando ocupó el puesto de metodólogo provincial en la capital cubana, y no se puede olvidar su trabajo por décadas como profesor titular de la Universidad del Deporte (Fajardo).
A favor como Presidente: Cuenta con la inteligencia, el tacto y el carisma suficientes para lidiar con todo tipo de caracteres y personas de todos los niveles políticos, deportivos y sociales. De hecho es de los pocos que puede decirse que ha tenido éxito como jugador, entrenador y funcionario dentro de Cuba. Cuenta con bastante información sobre el funcionamiento del béisbol profesional por haber trabajado hasta hace muy poco en diversas ligas. Es uno de los candidatos que más respeto impone en la gente, pero de un modo diferente, en el que el paradójicamente su humor muy particular se suman a su capacidad profesional, virtudes personales y resultados deportivos para hacer de Medina un peso pesado entre los candidatos. Posee excelentes relaciones a prácticamente todos los países que son potencia en el béisbol y en otros que tienen vínculo individual o colectivo con la pelota cubana.
En contra como Presidente: Su edad es el principal obstáculo por diferentes razones. Sobrepasar la barrera de los 70 años implica mayores dificultades físicas a la hora de tener que viajar constantemente dentro y fuera de Cuba, y a su vez mantenerse bien activo en otras gestiones que demandan agilidad. Muchos creen que si bien tiene el conocimiento básico de cómo se comporta el mecanismo de las principales ligas del mundo, hay aspectos en los que necesitará mucha asesoría, además de estar aún distante de un gran dominio del internet y las redes sociales a consecuencia de la conectividad en la Isla y que a muchas personas que superan los 60 años les cuesta más trabajo adaptarse a lo que relacionado con la informática y las nuevas tecnologías.
El peso de la balanza: Pudiéramos decir que, pese a estas últimas desventajas, la mayoría piensa que los puntos a favor de Medina logran imponerse. Ciertamente lo segundo lo puede solventar con un buen equipo de asesores e incluso con un mejor acceso al internet él mismo puede ir aprendiendo más día a día. Lo que representa su figura, sus habilidades para dirigir, sus buenas relaciones con muchas personas importantes dentro y fuera del país, y lo que ha aprendido por experiencia propia del béisbol de afuera, hacen que el peso de la balanza se vaya para el lado positivo.
¿Qué dice él?: Ha manifestado desde hace muchos años que le gustaría intentarlo, aunque eso fue hace algún tiempo. No existen declaraciones recientes tras la muerte de Vélez que nos permitan dar por sentado que Medina aceptará el cargo si se lo proponen. La última vez que alguien cercano a él le preguntó fue a principios de 2021 y su respuesta no fue categórica. Y es que la Cuba de hoy es mucho más compleja que la de hace incluso solo un año, y las opiniones pueden cambiar en función no solo del debilitamiento mayor del béisbol cubano y a lidiar con fenómenos sin solución, además de que el tiempo pasa y las personas se ponen con menos deseos de descastarse física y mentalmente.
Medina Presidente: Será por mucho mejor que Higinio Vélez y sobran las razones. Primero es más popular y respetado por los peloteros, periodistas y aficionados a base de resultados en todas las funciones que ha asumido. Si bien es real que ni siquiera él se opondrá a lo que venga por guion desde arriba, antes ha demostrado saberse ganarse a los decisores o cumplidores con estrategias inteligentes. Habrá temas en los que no podrá hacer nada, pero en otros será más fácil verlo tratando de convencer a los que escriben parte de ese guion con un método lleno de argumentos y carisma.
Necesariamente tendrá que armarse de un buen equipo para que el desgaste sea menor, sobre todo en cuestiones en las que otros pueden trabajar sin suplantar su liderazgo. De lo contrario puede cansarse demasiado rápido y con ello empezar a fallar en aspectos que habitualmente ha sabido manejar muy bien, además de que pueda mantenerse cierta lentitud, desorganización y errores de todo tipo en temas tan medulares como las contrataciones. En perspectiva su imagen pudiera devolverles cierta confianza a muchos de que se puede mejorar en determinados problemas del béisbol, sin dejar de pensar que siempre tendrá los límites lógicos de un funcionario dentro de un régimen comunista.