Después de Japón (2), República Dominicana y Estados Unidos, hasta ahora únicos campeones de los Clásicos Mundiales, no ha habido un equipo más importante que Puerto Rico.
Incluso la imagen dejada desde la primera edición bien los pudiera definir como los mayores guerreros de estos certámenes.
No se trata solamente de haber pasado siempre de la primera ronda, sino de disputar la corona en las dos últimas versiones (2013 y 2017). Y esto, sobre todo, sin estar en los vaticinios de casi nadie para finalizar como subcampeones.
Los de la Isla del Encanto vuelven a tener a varios de esos jugadores que fusionan muy bien talento con pasión, y que han demostrado un excelente engranaje como grupo.
Puerto Rico en torneos anteriores
En la primera edición de los Clásicos Mundiales en 2006 Puerto Rico finalizó con marca de 3-0 en el Grupo C con victorias ante Panamá (2×1), Holanda (8×3) y Cuba (12×2). En la segunda ronda, derrotaron a República Dominicana 7×1, luego cayeron a manos de Venezuela (6×0) y Cuba (3×4).
Tres años después, en 2009 ganó igualmente tres partidos en la fase clasificatoria con una victoria ante Panamá (7×0) y par de éxitos ante Holanda (3×1 y 5×0). En la segunda ronda, cayó por partida doble ante Estados Unidos (11×1 y 6×5) y Venezuela (2×0)
Para 2013 y como parte del grupo C, terminó con marca de 2-1 y victorias ante España (3×0) y Venezuela (6×3). Perdió vs República Dominicana (4×2). Avanzaron como segundos de grupo a las siguiente ronda, donde perdieron 7×1 frente a los estadounidense y ganaron a Italia 4×3. Por idéntico marcador eliminaron a Japón en semifinales y cayeron en la final frente a Dominicana (0×2)
En la edición pasada, celebrada en 2017 «los rubios», tras la sorpresa de 2013, venían con mayores espectativas. Con marca de 3-0 lideraron el Apartado D con victorias ante Venezuela (11×0), México (9×4) e Italia (9×3). Tras reorganizarse los grupos para la segunda vuelta, Puerto Rico venció a Dominicana (3×1), Estados Unidos (6×5) y nuevamente a Venezuela (13×2).
Ya en semifinales, superó a Países Bajos (4×3) y en el juego por el título, no pudieron hacer mucho frente a un Estados Unidos que hizo valer su condición de favorito, llevándose la victoria 8×0.
Estrellas a seguir
La selección de Puerto Rico contará con muchos de los “rubios” que tan buena imagen dejaron en la cita precedente, aunque otros importantes no estarán y habrá que ver hasta qué punto influye eso en el rendimiento colectivo.
Francisco Lindor, Javier Báez, Eddie Rosario y Kike Hernández relucen entre los jugadores de posición, mientras el estelar cerrador de los Mets Edwin Díaz, relevista mejor pagado de la historia, sobresale en su staff de pitcheo.
Puerto Rico vuelve a tener una nómina con más profundidad en el bateo, aunque la incorporación del campeón y MVP de 2017 Marcus Stroman (su madre nació en Borinquen) y el rendimiento en los últimos tiempos en la MLB de nombres menos mediáticos le dan cierta fortaleza al grupo de monticulistas.
En contra la escuadra boricua tendrá determinadas ausencias de primer nivel. La falta de un catcher con gran sentido de liderazgo como su nuevo manager Yadier Molina no debe ser desestimada.
No parece que los que están cumplan tan bien los parámetros de juego y sobre todo en el aspecto anímico dentro del terreno. Este es un golpe que tendrán que solventar con los de más experiencia en la nómina y el propio Molina desde el dogout.
La otra baja de consideración es la del estelar infielder Carlos Correa, con una temporada baja bien inestable en cuanto al equipo donde jugará este 2023 en la MLB por tema físico. El campeón con Houston en 2017, además de mucho bateo y defensa también le impregnaba bastante a la selección desde lo psicológico.
Nómina de Puerto Rico al Clásico 2023
El cuarteto que citaba unos párrafos atrás será la columna vertebral de una ofensiva que nunca ha sido exuberante pero sí efectiva. Junto con una defensa que se ubica entre las mejores del Clásico Mundial.
No parece que haya debate en que Stroman y José Berríos serán los abridores fundamentales, y a que mientras Edwin esté habilitado para relevar ello será una garantía casi absoluta.
En el staff a excepción del veterano Héctor Santiago, multilaureado en las ligas asiáticas antaño, los demás forman parte del sistema MLB pero sin demasiada trascendencia.
Lo típico de Puerto Rico en estas competiciones es que han resaltado por sus catchers, infielders y jardineros.
Aquí le dejo el roster oficial de Puerto Rico al Clásico Mundial 2023, equipo que dirigirá por primera vez Yadier Molina:
INFIELDERS Javier Báez, Edwin Díaz (BOS), Kike Hernández, Francisco Lindor, Vimael Machín, Emmanuel Rivera, Neftalí Soto
RECEPTORES Martín Maldonado, Mervyl (MJ) Meléndez, Christian Vázquez
JARDINEROS Eddie Rosario, Henry Ramos, Nelson Velázquez
LANZADORES Jonathan Bermúdez (LZ), José Berríos (LD), Alex Claudio (LZ), Fernando Cruz (LD), José de León (LD), Alexis Díaz (LD), Edwin Díaz (LD), José Espada (LD), Dominic Hamel (LD), Jorge López (LD), Anthony Maldonado (LD), Jovani Morán (LZ), Nicholas Padilla (LD), Emilio Pagán (LD), Luis Quiñones (LD), Yacksel Ríos (LD), Dereck Rodríguez (LD), Héctor Santiago (LZ), Marcus Stroman (LD), Duane Underwood Jr. (LD)
Puerto Rico en el grupo D, pronóstico en Clásico 2023
Otro problema de los actuales subtitulares del Clásico será su camino para llegar a la final. Nuevamente tendrán que competir con todo desde el mismo inicio al coincidir una vez más con potencias como Dominicana y Venezuela. Sin descontar rivales de menos fuerza pero tampoco completamente débiles como Nicaragua e Israel.
De clasificar entonces tendrían a Estados Unidos, México o Colombia, más el otro que llegue con ellos del grupo D de Miami.
Un nuevo reto para los de la tierra del mítico Roberto Clemente. Pero la mayoría los sitúa en la segunda fase junto a Dominicana, y ya ahí sí coinciden en una eliminación.
De todos modos, con todo y sus ausencias, con un equipo como Puerto Rico nunca se puede tan concluyente. Más allá de Estados Unidos, Japón y quizás República Dominicana están entre los favoritos al podio. ¿Quien sabe si a la tercera, va la vencida? El juego a juego detreminará su destino.