Randy Arozarena y Yuli Gurriel: un playoff y dos historias muy distintas

Por Juan Páez

La postemporada 2020 de las Grandes Ligas ya es cosa del pasado. Luego de que los Dodgers de Los Ángeles lograran el último out ante los Rays de Tampa Bay en la Serie Mundial, llegó el tiempo del análisis y de mirar hacia atrás a motivo de evaluación de lo sucedido. Entre las historias cubanas en los playoffs recién finalizados, hubo dos historias que predominaron: la histórica demostración del casi anónimo Randy Arozarena y el frío desempeño del consagrado Yulieski Gurriel a lo largo de la fiesta de octubre.

Todo fue a la inversa, al revés de lo que debió ser en teoría. Gurriel es el veterano y el dueño de un contrato millonario; el prospecto Arozarena, antes de esta postemporada, sumaba solo 42 juegos de ronda regular en la Gran Carpa. En cuanto a salarios ajustados, Gurriel ganó poco más de tres millones de dólares en 2020; Arozarena apenas se llevó a su cuenta bancaria 90 mil dólares. Gurriel tiene 36 años de edad y suma cinco campañas en el big show; Arozarena todavía califica como novato y apenas tiene 25 primaveras.

Como puede ver, son dos historias completamente opuestas. Pero todo puede pasar en el béisbol. Al final del día, los Rays de Arozarena liquidaron a unos Astros de Gurriel que estuvieron cerca de dar el zarpazo y volver al Clásico de Otoño. Fue Arozarena, por cierto, quien hundió a los siderales en la Serie de Campeonato de la Liga Americana para alzarse con el trofeo del Jugador Más Valioso de la mencionada instancia.

Las dos caras de la moneda

Pues sí. Lo que pasó con las dos figuras antillanas fue lo más parecido a una moneda con sus dos caras. Por un lado, está el Yuli, quien no dio más de tres hits en ninguna de las tres etapas que disputó en la postemporada 2020. Tampoco conectó siquiera un extrabase y remolcó apenas una carrera en 13 desafíos desde la Serie del Wild Card hasta la cita con Tampa Bay. Gurriel bateó cuatro veces para doble matanza, una estadística que la leyenda seguramente quisiera olvidar.

Por el lado de Randy, lo que hizo fue batear de principio a fin. Si los Rays no ganaron la Serie Mundial, no fue por falta de producción del cubano. No solo rompió cualquier cantidad de récords en la historia de los playoffs para compatriotas y en el béisbol en general, sino que, en sus 20 enfrentamientos, disparó 29 incogibles, con tres dobles, un triple, 10 cuadrangulares, 14 impulsadas, 19 anotadas, ocho bases por bolas y una línea ofensiva de .377/.442/.831, con un antológico OPS de 1.273.

Al final, ninguno de los dos pudo alzar el preciado Trofeo del Comisionado, pero ambos demostraron que en el béisbol nada está escrito, que Gurriel está naturalmente en el ocaso de una carrera brillante como pelotero activo y que Arozarena está abriendo la puerta de una trayectoria que, además de prometer, comenzó de la mejor manera posible.

En el 2021, tendrán una bonita oportunidad para cada uno. Randy tendrá el reto de establecerse como el jardinero izquierdo de todos los días en Tampa Bay; Gurriel tendrá que demostrar que su pobre 2020 fue producto simplemente de una inadecuada preparación física por los percances gracias a la pandemia del coronavirus. Que se vengan los retos para los dos.

Estadísticas de Yulieski Gurriel en la postemporada 2020 de las Grandes Ligas serie por serie:

Estadísticas de Randy Arozarena en la postemporada 2020 de las Grandes Ligas serie por serie: