Por Jesús Alaín Fernández/@JesusLCA2017
Si algo ha sido históricamente un dolor de cabeza para los Rays de Tampa (Wander Franco fue una sana excepción en medio de un desierto salarial) es el manejo de su presupuesto de salario.
Imaginen entonces un equipo cuyo jugador mejor pagado para la temporada 2022 cobrará la suma de 12.16 millones. En la mayoría de los 30 equipos de la MLB el número estaría acompañado de un “solamente” pero en el caso de los Rays el número es de preocupación.
Kevin Kiermaier se enfrenta a la temporada final de su contrato de seis años y 53 millones garantizados. El jardinero central que debutó con los Rays en el 2013 ha probado su valor desde su debut en el 2013 con el guante en la mano. Sus tres Guantes de Oro (2015, 2016, 2019) están allí en casa para probarlo, pero de igual manera, su promedio ofensivo en nuevo temporadas es de .249 y su OPS nunca ha pasado de .788 (aun cuando en el 2021 el OPS + fue de 104).
Creciendo con rapidez llega Vidal Brujan quien, a pesar de mayormente desempeñarse en las Menores en la intermedia, los scouts ven con herramientas para hacer de la pradera central su habitad natural en corto plazo. Y si en algo hay que confiar es en la vista a futuro de la granja de Tampa.
Un hecho (ser el jugador de mayor nómica en un equipo dura para pagar) mas otro (año final de un contrato que solo se ha pagado defensivamente en cantidad adecuada) y sin olvidar el empuje de las figuras que llegan parecen ser el detonante que presumiblemente antes del parón llevó a los Rays a sentarse a la mesa para hablar de traspaso con los Philies. Y seguramente estos últimos están claros que jardineros centrales con oficio en la agencia libre están tan escasos como frijol negro en espaguetis.
De hacerse un trato sería un ganar para todas las partes y Kevin llevaría su explosividad al este de la Liga Nacional a un terreno en el que ha pegado tres hits en su carrera (dos dobles y un triple) en 14 turnos oficiales.