REGRESÓ Miñoso y ACORDÓ con Blue Jays… varias décadas después

Andy Lans / @DeportesAndy

Para todo cubano, la elección de Orestes “Minnie” Miñoso al Salón de la Fama del Béisbol en Cooperstown representa un orgullo, pero si llevas el apellido Miñoso, eres su sobrino nieto y juegas béisbol, la alegría y el compromiso te inundan por partida doble, además de la responsabilidad que conlleva regresar ese apellido al beisbol profesional de Estados Unidos, varias décadas después.

Así sucede con Maykel Miñoso Boulet. El receptor de 16 años acordó con los Toronto Blue Jays, a la espera de la oficialización de la rúbrica el próximo inicio de año, según anunció el periodista Francys Romero.

“Es algo muy grande tanto para mí como para mí familia. Pone nuestro apellido y el nombre de Matanzas en alto. Ahora a mí me toca mantener el legado” comentó Maykel sobre la exaltación del Minnie en entrevista para SwingCompleto.

Para el niño de siete años que iniciara la práctica de la pelota en el Beisbolito de la capital yumurina resulta fabuloso el interés de los Azulejos: “Fue algo increíble. Estábamos en el play y me vieron los scouts del Toronto. Realicé una exhibición para ellos y todo fluyó. Los Tampa Bay Rays, Baltimore Orioles, los Yankees y los Marlins también se interesaron en mí.”

El pelotero de 5’11 pies de altura y 170 libras de peso posee una velocidad en el swing de 95 millas: “Desde Cuba tenía mucho contacto, pero me faltaba un poco de poder. Desde que llegué a República Dominicana me han trabajado ambas cosas a la par. Mi estancia en este país ha sido muy buena gracias al apoyo de los entrenadores.”

Miñoso Boulet participó en una clínica con estrellas de Grandes Ligas en la cubana provincia de Matanzas en 2015: “Recuerdo en especial a peloteros como Yasiel Puig y José “Pito” Abreu. Puig nos enseñó a levantar el pie a la hora de batear para hacerlo como en MLB.”
De la mano de su abuela materna, Maykel ha afrontado la estancia en territorio dominicano.

El resto de su familia permanece en Cuba a la expectativa de su progreso. Si bien el precedente familiar del “Cometa Cubano” le perseguirá durante su carrera, él tratará de escribir su propia historia en el profesionalismo. Eso sí, no tendrá que afrontar los numerosos prejuicios raciales de la época de su tío abuelo.

Scroll al inicio