Por Gian Franco Gil
En las últimas semanas de las Grandes Ligas, el cubano Luis Robert parece no tener puntos débiles en el cajón de bateo. La jornada de este sábado, 9 de julio, no fue la excepción y el antillano conectó una fuerte línea para impulsar la cuarta carrera de los Medias Blancas de Chicago frente a los Tigres de Detroit.
Después del cuadrangular de Gavin Sheets, productor de tres carreras, el jardinero central de los Medias Blancas de Chicago volvió a mover la pizarra. Con par de compañeros en circulación descifró un lanzamiento pegado, sobre el que aceleró la velocidad de su swing e hizo que salieran chispas del contacto entre su bate y la pelota.
El abridor de los visitantes en el “Guaranteed Rate Field”, Derek Hill, en cuenta de un strike sin bolas, envió una sinker a 91.8 mph hacia el plato. En fracciones de segundos, la esférica chocó en el madero, alcanzó una velocidad inicial de 87.6 mph y luego entró en el guante del patrullero izquierdo.
Tim Anderson, el primer hombre en la alineación, aprovechó el indiscutible del antillano y desplegó toda la potencia de sus piernas para dejar sin posibilidades de tirar a home al defensor Víctor Reyes. El recorrido del torpedero Anderson comenzó en el segundo cojín.
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Antes de comenzar el desafío, en los últimos 30 días de competencia, Robert acumulaba 35 incogibles en 116 veces al bate (.302), con seis dobles y cuatro batazos de vuelta completa, 25 remolques, 19 anotaciones y 40 carreras producidas.
En esta primera mitad de las Grandes Ligas, el oriundo de Guantánamo, Cuba, resultó oportuno con su madero. En las ocasiones que entró en el cajón de bateo con compañeros en circulación logró los siguientes números: 47 imparables en 141 veces al bate, siete dobles, ocho jonrones, 43 remolques, 38 carreras anotadas y una línea ofensiva de .333/.358/.553 (AVE/OBP/SLG).