El día que muchos esperaron llegó. La pelea entre los mexicanos Saúl Canelo Álvarez y Jaime Munguía pasó a la historia, después de una previa repleta de polémicas y palabras altisonantes entre el equipo del retador y el nacido en Guadalajara.
La majestuosa plaza del T-Mobile Arena en la ciudad de Las Vegas recibió el espectáculo en la noche del sábado 4 de mayo, en el cual se discutió la supremacía del trono indiscutido del peso supermediano y las fajas de la Asociación Mundial de Boxeo, Consejo Mundial de Boxeo, Organización Mundial de Boxeo y la Federación Internacional de Boxeo.
Saúl Canelo Álvarez arribó al encuentro con foja de 60 victorias, dos derrotas y par de empates. Munguía, por su parte, subió al ring precedido de un paso invicto en 43 presentaciones, con 34 decisiones por la vía rápida. ¿Qué ocurrió en el choque entre estas estrellas del boxeo profesional?
Los dos mexicanos se enfrascaron desde el comienzo en un estudio del contrario, pero Jaime arriesgó en los primeros compases del duelo y alcanzó a conectar dos potentes ganchos en la anatomía de su rival. No obstante, la experiencia de Canelo Álvarez lo hizo escapar del problema y buscar mejores vías.
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Canelo Álvarez y su plan a seguir
El amplio recorrido por los encerados rentados significó un poderoso aliado para Canelo, quien no se desesperó y aguantó los embates de Munguía. La lid comenzó poco a poco a mostrar un favorito, que fue nada más y nada menos que el campeón defensor.
Álvarez supo cuando era el instante clave de pasar a la ofensiva y a partir del cuarto round se hizo amo y señor de las acciones. Obviamente, Jaime Munguía nunca fue una presa fácil y de vez en cuando impactó el rostro del rey de la división.
Sin embargo, el volumen de golpes del retador disminuyó, lo que hizo posible que el poder noqueador del monarca comenzara a hacer acto de presencia. El cuarto segmento vivió un momento clave, cuando Saúl estremeció a su contendiente, con un golpe seco que para muchos significó el principio del fin de la lucha.
Apenas unos minutos después, el físico de Jaime sufrió nuevamente, pues en el sexto tramo otro castigo se evidenció gracias a una combinación de Saúl, que dejó tambaleante al joven candidato. Los rounds siete y ocho fueron una copia de sus predecesores, ya que visualizaron como Canelo movió los hilos de la lid. La estrategia de Munguía no encontró el objetivo deseado, quien recibió castigos cada vez que intentó combatir en la corta distancia.
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Cierre de lujo
Los puños del titular indiscutido se adueñaron del ring y un nocaut pareció ser posible. La liza continuó con su paso y el guion se mantuvo inalterable. Jaime no pudo descifrar la esgrima boxística de Álvarez y se fue apagando poco a poco.
Finalmente, los 12 rounds se consumaron. Todos en el recinto imaginaron la decisión. ¡La victoria correspondió a Saúl Canelo Álvarez! Los jueces otorgaron el triunfo al más veterano de los aztecas, con marcadores de 117-110, 116-111 y 115-112.
El legado del mexicano se agrandó aún más y ya muchos lo consideran el mejor pugilista en la historia de esa nación. Por lo pronto, los debates quedarán a un lado, ante los festejos por el más reciente triunfo.
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