RETO Rusney Castillo: superar a Tomás e igualar a Yadiel en Washington

Por Juan Páez Una de las pocas noticias relacionadas a la armada cubana en las últimas semanas alrededor de las Grandes Ligas estuvo estrechamente ligada a la posibilidad de un regreso. En enero, Rusney Castillo firmó contrato de Ligas Menores con los Nacionales de Washington, de manera inesperada y luego de tener una pasantía bien discreta […]

Por Juan Páez

Una de las pocas noticias relacionadas a la armada cubana en las últimas semanas alrededor de las Grandes Ligas estuvo estrechamente ligada a la posibilidad de un regreso. En enero, Rusney Castillo firmó contrato de Ligas Menores con los Nacionales de Washington, de manera inesperada y luego de tener una pasantía bien discreta por el Béisbol Profesional Nipón.

Ahora, nuevamente como parte de una organización de Major League Baseball, su meta será lograr lo que no logró con los Medias Rojas de Boston pese a su millonario contrato: jugar en Grandes Ligas con regularidad. La última vez que el jardinero cubano vivió las mieles de las Mayores fue en la temporada del 2016, cuando los patirrojos apenas le dieron oportunidad de aparecer en nueve compromisos.

En el caso de Castillo, hay algo más para él en particular: la tarea de superar a Yasmany Tomás y de igualar a Yadiel Hernández con un equipo capitalino que, en teoría, debería estar más cerca del sótano de la División Este de la Liga Nacional que de la cima al menos.

Pero ¿qué tiene que ver el nuevo intento de Castillo con el Tanque y Yadiel?

En primer lugar, Rusney tratará de hacer lo que no pudo Tomás. Justo como Castillo, el Tanque cubano firmó un contrato de Ligas Menores con Washington en marzo del año pasado, pero nunca formó parte del equipo grande incluso pese a los malos números ofensivos de los Nacionales. Una de sus misiones será, al menos en algún punto de la campaña, jugar con los dirigidos de Dave Martínez.

En segundo plano, la perseverancia podría hacerle igualar a Yadiel. El también jardinero Hernández es un ejemplo de constancia, al llegar a la Gran Carpa a sus 32 años en 2020 y participar en 112 de 162 juegos de ronda regular el año pasado en las Mayores. Lo mejor es que, gracias a lo que hizo en 2021, la presencia de Hernández en el equipo grande debería estar garantizada.

Lo bueno para Castillo es que aún es relativamente joven y con posibilidades de un intento más. Tiene 34 años (cumplirá 35 el 9 de julio) y se mantuvo activo en distintos países todos estos años, con experiencia en México, Japón, Puerto Rico e incluyendo la Serie del Caribe.

Otro punto a favor de él e inclusive de Hernández es la figura del bateador designado que se usará permanentemente en la Nacional desde esta temporada entrante. Para ambos, esto significa una oportunidad más.

Lo más probable para Castillo es que este comience en las Ligas Menores. Pero su paso no debe terminar allí, pues apuntar a las Grandes Ligas será saldar una deuda no solo con la armada cubana y con el béisbol del big show, sino también consigo mismo.