Por Yasel Porto
Dos de los deportistas cubanos con más resultados históricos que forman parte de la delegación de la Isla para los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 se encuentran ingresados por contraer COVID-19 y ahora mismo son duda para asistir a la cita estival de la capital japonesa.
Se trata nada menos que de dos de los pocos titulares olímpicos que integran la comitiva de 69 atletas de la mayor Isla de las Antillas para la justa asiática, como son el pinareño Roniel Iglesias y el camagüeyano Julio César la Cruz según confirmó Boxeo Cubano, una de las páginas de Facebook de mayor referencia dentro de este tema, citando a CiberCuba.
Tanto Iglesias, monarca en la cita de Londres como 2012 como “La Sombra”, rey en el certamen más reciente celebrado en Río de Janeiro 2016 están hospitalizados en el hospital Juan Díaz Soto, y aunque todavía no se ha informado nada oficial sobre su situación futura en cuanto a su participación en Tokio, la cercanía de los Juegos y la demora que requiere el proceso de hospitalización y cuarentena posterior a su alta médica es lo que hace preocupar a todos con respecto a su asistencia al torneo boxístico.
La Cruz es de hecho una de las pocas esperanzas de fuerza para Cuba de alcanzar un título áureo a pesar del ascenso a los 91 kilogramos de quien fue considerado por mucho tiempo la figura más destacada de los 81 kilos a nivel internacional. Incluso más allá de su peso ha estado catalogado como el boxeador líder de la escuadra cubana y uno de los más seguidos en sentido general dentro de los eventos del deporte de los puños más allá del entorno netamente cubano.
En el caso de Iglesias si bien ya está lejos de su mejor forma deportiva que lo llevó a dos finales consecutivas en citas estivales, con el oro conseguido en la capital inglesa, su experiencia era un factor de peso para al menos darle opciones reales de subir al podio de premiaciones.
Las características del boxeo olímpico no permiten sustituciones en estos casos, por lo que de no poder viajar ni siquiera en vuelos especiales individuales Cuba perdería dos posibilidades de participación al margen de un nivel inferior de quienes pudiesen asumir esas plazas.
Lo cierto es que la incidencia de la pandemia de la COVID-19 en Cuba no solo está causando estragos considerables por la cantidad creciente de los casos dentro de la Isla, sino que el impacto en esferas como el deporte está causando estragos desde hace un tiempo. Los fallecimientos de directivos y las afectaciones directas en delegaciones cubanas, como el equipo que asistió a la Copa Caribe en Curazao y estos últimos contagios en la escuadra de boxeo son de los ejemplos más significativos.
Además del boxeo, deporte que para los especialistas debe aportar entre una y tres medallas de oro (incluyendo la opción de La Cruz), solo la lucha y el atletismo se ven en condiciones de aportarle títulos a Cuba en una justa que se antoja compleja a las anteriores por disímiles factores, incluido el competitivo.
Sin confirmar el destino de Iglesias y la Cruz, la ínsula caribeña acudirá a Tokio 2020 con una de las delegaciones más reducidas en 60 años ya que la cifra quedó fijada en 69 tras oficializarse la salida del triplista Yordan Díaz y el gimnasta Manrique Larduet. Díaz se quedó en España recientemente mientras a Larduet le señalaron un déficit cualitativo que el propio atleta se encargó de desmentir públicamente.
