Por Yasel Porto
En las últimas horas se había corrido la noticia que a raíz de la deserción del estelar segunda base César Prieto a su llegada al hotel de West Palm Beach, todos los jugadores de la selección nacional cubana se encontraban incomunicados casi por completo.
Varios me escribieron para preguntar sobre si era cierto que le había pedidos los móviles (celulares) a los peloteros del equipo Cuba para evitar que se comunicaran con amigos y otras personas, temiendo que otros se sumaran a César y dejaran en el camino a la escuadra que dirige el matancero Armando Ferrer.
Incluso algunos de los que me preguntaron habían tratado de establecer diálogo con jugadores del conjunto, pero los mensajes ni siquiera habían sido vistos por ellos, algo que incentivó aún más el rumor.
Pero no ha sido más que eso, un simple rumor, pues personalmente hablé vía whatsapp con tres de los integrantes del equipo, quienes me confirmaron que no solo ellos, sino que el resto del grupo seguía con sus teléfonos sin ningún tipo de cuestionamiento.
También han podido transitar por todas las áreas del hotel, aunque la salida del mismo es la que está totalmente vetada, algo que está dentro de los deberes para los equipos participantes que ha establecido el reglamento del comité organizador a consecuencia de la pandemia de la COVID-19.
Otras restricciones son el acceso de la prensa a entrevistar a los jugadores en el estadio, aunque en el hotel difícilmente se pueda lograr mucho más que algunas tomas de la vida que realizan los jugadores en la instalación, en caso que se coincida con alguno de ellos en las zonas del hotel donde se permita presencia de personas que no sean huéspedes.
“De momento no se ha hablado nada del tema de quitarnos los móviles, y no creo que vaya a pasar sinceramente. El que se quiera ir lo va a hacer con teléfono o sin él”, me escribió uno de los miembros del equipo que también reconoció que el control dentro del hotel no ha sido tan estricto como en otras ocasiones, incluso a pesar de haberse quedado César Prieto.
“Si te pones a pensar, aunque alguien puede decir que el tener un teléfono puede facilitar que alguien pueda comunicarse más fácil si tiene en mente quedarse, el que lo va a ser y está decidido siempre va a buscar una vía. Yo no soy tan viejo, pero me acuerdo cuando se quedaron los peloteros en los noventa y eso que no había celulares ni había casi nada de lo que hoy tenemos”, dijo otro de los atletas con los que conversé.