La llamada «Lone Star Serie» siempre se juega caliente. Cada vez que se enfrentan los rivales de estado y de división, no importa como esté la situación competitiva de Houston Astros y Texas Rangers, los partidos son extremadamente disputados.
Los dos primeros partidos de esta edición fueron extremadamente reñidos y se definieron por una carrera. Pero el tercero no fue igual, los Rangers le cayeron encima tanto a Framber Valdez como a Seth Martínez y no pararon hasta fabricar 13 carreras en las dos primeras entradas.
Precisamente las cuatro últimas del racimo de siete que marcaron los Vigilantes en el capítulo cinco, entraron gracias a un descomunal cuadrangular con las bases llenas del cubano Adolis García a 448 pies.
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En ese momento la diferencia fue de 13×3. Tal vez la decepción y la impotencia de no poder controlar la situación, provocaron en el receptor Martín Maldonado una reacción nada adecuada.
Mientras Adolis García le daba la vuelta al cuadro se le vi a Maldonado intercambiar palabras con Marcus Semien, que anotó primero. Estas palabras provocaron la reacción de sus rivales obligando al árbitro de home a interceder para evitar mayores problemas.
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Con la llegada de Adolis al plato, la situación se calentó aún más. El cubano encaró al puertorriqueño y rápidamente las bancas de ambos equipos se vaciaron. Incluso, los lanzadores que estaban en el bullpen que se encuentra ubicado en los jardines, salieron corriendo rumbo al home plate.
El también cubano Yordan Álvarez fue uno de los que ayudó a calmar los ánimos. Por suerte, la sangre no llegó al río y no hubo que lamentar expulsiones por parte de ninguno de los dos equipos.
