Por Alexander García
Para cualquier entendido en materia de béisbol, Pinar del Río siempre ocupa un lugar destacado en los pronósticos. La historia de esa provincia en las Series Nacionales valida cualquier posibilidad para los elencos que lleve a competencia y, a todas luces, esta campaña que empieza este 12 de septiembre no parece ser la excepción.
A pesar de que en las últimas cuatro Series Nacionales solo han avanzado una vez para estar al menos entre los ocho, vale recordar que, en par de ocasiones, el mítico Alfonso Urquiola demostró de lo que es capaz, pues sin tener jugadores rimbombantes, a base del trabajo en equipo, pudo ganar dos campeonatos. Sin objeción señores, es algo que le viene como anillo al dedo a los vueltabajeros.
Si en esta oportunidad, la sabia del otrora segunda base de Vegueros y del Cuba no estará presente, el hecho de fungir como asesor de su hijo, el actual timonel, resultará un aliciente importante para los del extremo occidental.
En la Serie 59, los pinareños tocaron a las puertas del comodín y todavía palpitan emociones respecto a aquel juego ante Industriales en el Latinoamericano, pues para muchos la opción de los pativerdes estuvo ahí. No obstante, con un año más de experiencia, varios jugadores de la plantilla asumen el actual reto competitivo; dígase Olber Peña en la receptoría, Juan Carlos Arencibia, Pedro Luis Dueñas y Tony Guerra en el cuadro, así como Yaser Julio González y Luis Pablo Acosta en los jardines.
A las jóvenes figuras se le suma la experiencia de hombres como William Saavedra, Reinier León y Lázaro Emilio Blanco; todos, piezas claves en la dinámica ofensiva de los pinareños.
Para catapultar las aspiraciones de Pinar, su pitcheo cuenta con aval suficiente y figuras de la clase de Erlys Casanova, Frank Luis Medina y Vladimir Baños, aunque no se puede desechar el posible aporte de Yaifredo Domínguez, Yoandy Cruz e Isbel Hernández; todos llamados a sostener pequeñas ventajas que den al traste con importantes victorias.
Si las ausencias de Donald Duarte y Yosvani Torres, ambos acogidos al retiro, representan sendos vacíos en la nómina vueltabajera, los peloteros antes mencionados tienen todo para avanzar y luchar un cupo entre los ocho.
Resulta preciso alegar que con la incorporación de Liván Moinelo y Raidel Martínez la historia toma otro cariz.
En este punto, algunos dudan de las opciones de Pinar del Río, pues a priori su producción ofensiva quedaría limitada y no solo a base de pitcheo se puede ganar; pero lo cierto es que la historia reivindica a los Vegueros.
Nos vemos a la vuelta.