Por José Alejandro Rodríguez Zas
Para todos los amantes del beisbol cubano, dentro y fuera de la Isla, es conocido el reciente debate en redes sociales entorno a la creación de la Asociación de Peloteros Cubanos Profesionales (ACPBP) y su objetivo de integrar un Equipo Cuba Independiente para participar en el Clásico Mundial de Beisbol.
Los que defienden la idea, están encabezados por la gran mayoría de los peloteros cubanos que juegan en Grandes Ligas y otros circuitos profesionales alrededor del mundo, así como varios atletas ya retirados que brindan su nombre y prestigio para avalar a la asociación.
Los detractores, están liderados por la Federación Cubana de Beisbol (FCB) y las autoridades del beisbol en la Isla, quienes prefieren presentar un equipo sin calidad, integrado por peloteros de la Serie Nacional y garantizando una derrota casi segura ante conjuntos de mayor nivel, antes que torcer su brazo e incluir a los mejores beisbolistas cubanos del mundo, sin importar cualquier escenario político, ideas o motivo por el cual decidieron abandonar Cuba, o la circunstancia en que lo hayan hecho.
Es importante aclarar, para evitar las malas interpretaciones, a veces intencionales, que la MLB no prohíbe a los peloteros cubanos de Grandes Ligas representar a su país en el Clásico Mundial, es la FCB y las autoridades de la Isla en general, quienes llenan de trabas y complejos procesos de repatriación, limitando el acercamiento de aquellos jugadores de primer nivel.
Además, debido a las políticas de Cuba, aquellos atletas que abandonaron alguna delegación, no podrán integrar un equipo nacional mientras ellos así lo estimen conveniente, destacando los casos, entre otros, de los hermanos Gurriel, Aroldis Chapman, Aledmys Díaz o Adolis García.
Recordemos también, que esa medida arcaica y totalmente desactualizada solo existe en Cuba y es impuesta por quienes se creen los dueños del país, en lugar del pueblo, que sí desea ver en acción a sus peloteros al máximo nivel, no importa lo que piensen. Son las autoridades y el gobierno de la Isla quienes impiden que los peloteros cubanos de Las Mayores representen al equipo de las cuatro letras en el Clásico Mundial y no hay otro culpable. Señalando también que nada tiene que ver el famoso acuerdo MLB-FCB con esta situación, por cierto. Lo demás… es ciencia ficción.
Ahora bien: la idea del Equipo Cuba Independiente, nace de la necesidad de algunos peloteros de jugar sin la dirección de la FCB, entidad que no se ha cansado de llamarlos traidores, vende-patrias, gusanos y cuantas palabras despectivas pueden existir. Además, le han prohibido entrar a Cuba por varios años, como si ellos no fueran los verdaderos dueños de su tierra, en lugar de los gobernantes.
Los que defienden la idea del Cuba Unificado exigen que los peloteros cubanos profesionales se acerquen a la FCB, le perdonen sus reiteradas faltas de respeto, entiendan que aunque siempre han sido ofendidos, ahora deben ceder y ayudarlos cuando ya el beisbol en Cuba perdió total prestigio mundial y calidad, además de dar vuelta de página a hechos inhumanos.
¿Acaso José Ariel contreras, a quien se le negó el derecho de viajar a Cuba cuando falleció su padre, debido a las arcaicas medidas cubanas, podría superar ese dolor y bajar la cabeza ante la FCB? ¿Será posible para peloteros como Aroldis Chapman y otros tantos que le negaron la entrada SU PAÍS por casi una década, hacer borrón y cuenta nueva? Parece una tarea casi imposible… No se trata de política, es de sentimientos rotos.
Luego de toda esta introducción necesaria, para que se sepa la verdadera realidad del caso, es bien clara la necesidad del surgimiento de una entidad como la ACPBP, hecho que ha sido rechazado por la FCB y hasta por la Confederación Mundial de Beisbol y Softbol, que en voz de su presidente, el italiano Riccardo Fraccari, expresó las limitaciones que podría tener dicha asociación, sin poder asumir atribuciones que solo competen a la FCB.
A ello, la propia ACPBP respondió en su perfil de Facebook:
«Todo va saliendo según lo planeado, el proyecto va muy bien encaminado, mejor incluso de lo que pensábamos y apenas estamos a un mes de haberlo lanzado (…) No esperamos absolutamente nada positivo de la WBSC, entidad que reconoce a una federación que ni siquiera es independiente del gobierno de Cuba».
«Vamos a exigir que se modifiquen las reglas actuales (…) Vamos bien cubanos… no se dejen engañar… seguimos luchando para que nos representen nuestros mejores peloteros, estén donde estén y piensen cómo piensen»
Como mencionamos anteriormente, los hermanos Gurriel, quienes abandonaron el equipo Cuba al finalizar la Serie del Caribe de Dominicana en 2016, no podrán integrar NUNCA MÁS un conjunto nacional, mientras permanezcan las actuales leyes en la isla, a pesar del reclamo popular por su consideración para el mismo, dada su calidad probada.
De hecho, recientemente, al mayor de los Gurriel, Yulieski, le fue prohibida la entrada a Cuba, a su país, sin que existieran muchas explicaciones al respecto.
Sobre el tema, habló sin censura Olga Castillo Fernández, madre de los hermanos Gurriel, Lourdes Jr., Yulieski y Yunieski, además de esposa de Lourdes Gurriel padre, según se publicó en la página de Facebook de Piña Power
«Nunca me he proyectado a dar una opinión en cuanto a nada que tenga relación con el béisbol en Cuba, pero sí abogo por que se acaben ya las malas decisiones de nuestro deporte nacional y digo nuestro porque soy cubana. ¿Hasta cuándo esas malditas leyes de prohibir a nadie de jugar por tu país? Que si te fuiste de esta forma o de otra… todas las formas utilizadas tienen un objetivo: jugar béisbol. Por favor, 8 o 5 años son duros para cualquier ser humano, sea deportista o médico. Qué difícil estar en un equipo donde atletas de otros países no tengan impedimento para participar en el clásico o en cualquier evento como olimpiadas por ejemplo. Cuando digo otros países me refiero a todos los países del mundo menos Cuba es por eso que quise escribir estas líneas».
El mensaje esta bien claro, queda muy poco que agregar. No solo es la voz de una madre, sino de una cubana que pide que su país sea como todo el mundo, donde sus ciudadanos sean dueños de su presente y su futuro, que puedan representar a su tierra siempre, sin importar sus ideales.
Y usted, amigo lector, ¿qué piensa al respecto?