Por Juan Páez
Yulieski Gurriel terminó la jornada del miércoles liderando la Liga Americana en promedio de bateo, con .317. En esa marca quedó tras irse de 3-1 en la derrota de los Astros de Houston 7×0 ante los Rays de Tampa Bay. A este punto el cubano tiene una ventaja de cuatro puntos sobre Vladimir Guerrero Jr., quien cerró el miércoles con .313 puntos. Esto es solo una parte de la gran temporada del Yuli con los siderales en 2021.
Para entrar en contexto, a los Astros les restan cuatro juegos (contando el del jueves por la noche ante los Rays). Lo que quiero decir es que es altamente probable, si suma algunos imparables más antes de que finalice la ronda regular, que Gurriel se corone campeón de bateo. A sus 37 años de edad, tal hecho sería una hazaña impresionante que no se ha visto en una buena cantidad de años.
Han pasado casi 20 años desde la última vez que un hombre ganó el cetro de bateo durante su temporada de 37 años o después. Chipper Jones capturó el título en 2008, pero tenía 36 primaveras. De hecho, para que tenga una referencia de lo que estaría por conseguir el inicialista isleño, solo tres jugadores han sido coronados como campeones de bateo en sus campañas de 37 años desde 1980.
El primero de ellos fue George Brett. El inmortal, recordado por brillar con los Reales de Kansas City, es el único jugador en la historia de las Grandes Ligas en liderar su liga en average en tres décadas diferentes: 1976, 1980 y 1990, su temporada de 37 años.
El segundo en lograrlo fue Tony Gwynn, un verdadero maestro del bateo. El que terminara su carrera como el segundo pelotero con más títulos de promedio en la historia, lo ganó por última vez en 1997 (37 años), con una marca de .372.
En el último puesto está Barry Bonds. El rey de los jonrones en la Gran Carpa es el único en hacerlo en par de ocasiones. Primero, capturó la corona en 2002 (tenía 37 años) y luego la ganó nuevamente en 2004 (temporada de 39 años). Pero, en realidad, Bonds tenía 40 años y 71 días en el último día de la ronda regular 2004, por lo que se convirtió en el jugador más longevo en la historia de las Grandes Ligas en ganar el título de bateo (Ted Williams lo ganó a los 40 años y 29 días).
Aunque Gurriel nunca ha terminado una temporada con un average superior a .299, esta podría ser su primera si mantiene su ritmo. En sus últimos 16 juegos, el inicialista de los Astros tiene promedio de .371 (62-23) y no ha parado en todo septiembre en general.
El nacido en Sancti Spiritus tendrá que descifrar al pitcheo de los Rays hoy y al de los Atléticos de Oakland en los últimos cuatro desafíos para los Astros en esta etapa eliminatoria. De ganar la corona, no solo sería este otro punto de admiración en una corta, pero brillante carrera en Grandes Ligas, sino que también se convertiría en el primer cubano en obtenerla en los últimos 50 años.