Trump y el top ten de coincidencias con su clon en el béisbol cubano

Por Enrique Rey 

   Es probable que muchos de ustedes encuentren absurdo comparar a alguna figura del béisbol cubano con el actual presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, recién derrotado en los comicios para el período 2021-2024. Sin embargo, hay unos cuantos puntos en común bastante sólidos entre el controvertido mandatario con un personaje de nuestra pelota que quizá algunos ya se imaginan desde que vieron el titular. 

   No creo que haya un candidato de mayor fuerza para establecer un símil con Trump que el exjardinero y manager villaclareño Víctor Mesa, y si todavía no está de acuerdo conmigo lo invito a echar un vistazo a los diez elementos más significativos en los que son tan similares que casi parecen la misma persona. 

   Este artículo es una mezcla de humor con elementos totalmente objetivos y argumentados, y de antemano es válido aclarar que la comparación se basa en las características personales de estos polémicos hombres. 

1-Su carácter especial y único 

   El primer aspecto que los hace casi idénticos es su carácter alocado y escandaloso, donde la prepotencia y el capricho supera la ética, la cordura y el respeto. Son personajes impredecibles por completo, que en ocasiones tienen gestos que te dejan pensando en su lado bueno, pero luego vuelven a tener un comportamiento lo suficientemente negativo como para borrar algún atisbo de virtud en ellos. Si buscamos la historia política de Estados Unidos no va a encontrarse a otro presidente más loco y polémico que Trump, ya sea por sus acciones físicas y verbales como por sus decisiones, y lo mismo podemos decir de quien está considerado el jardinero central más importante que han tenido las Series Nacionales. En resumen, ambos tienen una forma de ser totalmente única, pues más allá de ellos dos es difícil encontrar un tercero tan parecido a ellos. 

2-No soportan perder ni que los critiquen 

   La actitud de Trump luego de ser vencido en las elecciones de este 2020 por el candidato demócrata Joe Biden reafirmaron lo que todos sabían de antemano, y es su orgullo desmedido que no permite reconocer cuando alguien lo hace mejor. Ya anteriormente hubo otros ejemplos en los que mostró su incapacidad de reconocer el revés, responsabilizando a otros de determinados fracasos en los que él ha sido el principal culpable. Exactamente fue eso lo que sucedió por regla con Víctor cada vez que los equipos que dirigió en Cuba salieron por la puerta estrecha (en realidad nunca encontraron otra salida).  

   Si no era un árbitro la culpa era de alguno de sus peloteros o entrenadores, o sino el rival tuvo suerte gracias a diversos factores, sin dejar de mencionar la incidencia que señalaba en ocasiones ya fuera por el terreno, el público, la prensa o la comisión. Aunque no han sido tan públicas como las de Víctor, imaginamos las típicas reacciones físicas y verbales de Trump en momentos de frustración, donde la falta de madurez y cordura los convierte en una fusión de niño malcriado y adulto desequilibrado deseoso de poder golpear y romper todo cuando le fuese posible. 

3-Según ellos, todos está en su contra, especialmente la prensa 

   Tantas bocas no pueden estar equivocadas dice el refrán, pero ellos nunca se han dado cuenta de eso. En los dos casos la prensa casi sin excepción siempre estuvo en su contra, como si por criticarlos por sus errores generara beneficios económicos de parte de periodistas, pero no solo estos, sino que también la gente la coge con ellos injustamente o por envidia u otro sentimiento de odio sin que haya sentido alguno para eso. Múltiples han sido los desencuentros y discusiones públicas con periodistas, ya sea en una conferencia de prensa, una entrevista o en otro tipo de contexto en el que se han salido del guión y han discutido de tú por tú con un lenguaje poco ético. 

4-Nadie les puede llevar la contraria 

   En sus ámbitos respectivos no ha habido nadie que pueda superarlos en la cantidad de miembros que han perdido dentro de su equipo de dirección. Algunos porque han sido despedidos y otros porque han decidido renunciar a sus cargos. El factor clásico ha sido el que muchos de los que han salido de su team lo han hecho por contradecirlos o señalarles algo que no está haciendo bien, encontrando un final poco feliz con su dura reacción verbal y el posterior despido en muchas ocasiones. Claro que no podemos olvidarnos que la pérdida de otros miembros valiosos ha tenido que ver con la inconformidad de Trump y Víctor en la labor que le ha tocado a sus colegas, que si bien en algunos casos no lo han hecho a gran altura en otros más bien han descargado en ellos la frustración de no conseguir un objetivo que depende de otros aspectos, y hasta de estos mismos personajes que buscan justificar su revés con el lado más débil de la soga. 

   En el caso de los que no se subordinan a él también reciben su cruda respuesta cuando han sido cuestionados por algo relacionado con sus decisiones o con un resultado negativo para ellos.

5-Pese a su impopularidad son muy populares 

   Puede parecer contradictorio, pero no lo es. Millones de personas tienen una opinión negativa de Trump y Víctor, cada cual en su entorno, pero al mismo tiempo son también millones los que creen en ellos como que con necesarios para lograr ciertos objetivos, o simplemente se han convertido en fanáticos por la fusión de sus características personales o los resultados que ese grupo de gente valora de manera considerable. Es indudable que la balanza es más para los que están contra ellos, que quienes los defienden (las redes sociales es uno de los termómetros), pero pocos son capaces de tener una cifra tan elevada en los dos bandos. 

6-Muchos de sus defensores son extremadamente fanáticos 

   Hay ejemplos de sobra que avalan este punto. Cuando ha habido opiniones sensatas que han cuestionado determinados hechos vinculados con ellos, o valoraciones negativas pero respetuosas de su trayectoria personal y profesional en sentido general, la reacción de muchos de sus partidarios o seguidores ha estado cargada de odio y amenazas de todo tipo, carente de fundamento a la hora de justificar ciertos aspectos que han sido señalados. Es como si estuvieran hechizados o hipnotizados pues resulta a veces increíble y absurdo lo que dicen, escriben y hasta son capaces de hacer, una parte de sus fanáticos más radicales.   

7-Los amas o los odias 

   A pesar de las cosas negativas que los han rodeado, de sus múltiples errores y defectos, y de la afectación que han dejado en otras personas que hace que millones los critiquen, hay algo indudable que los ha marcado. Se trata de la polarización o radicalidad que han conseguido en la gente, pues los que tienen una opinión adversa a estos personajes en muchos casos exponen sus consideraciones de una forma extremista como si los odiaran a muerte. Y por el otro lado están sus seguidores que no son pocos, que son capaces de defenderlos a como dé lugar, sin importar si tienen o no la razón, y sin mirar jamás alguna mancha en lo que ellos consideran un sol más resplandeciente que el que ilumina a nuestro planeta. 

8-Son muy hábiles para los negocios 

   Si bien existe una diferencia monetaria abismal entre uno y otro, no cabe dudas que para el entorno de sus respectivos países figuran en la élite desde el punto de vista económico, además de ser hombres extremadamente codiciosos y que han sabido escoger bien muchas de sus relaciones en función de su progreso material. Trump preservó y hasta mejoró el imperio de su familia con su inteligencia para los negocios, mientras Víctor fue aprovechándose de sus relaciones con un ingenuo inigualable. 

   Sobre las actitudes del rubio en este sentido no voy a ahondar mucho pues es algo que todos conocen, por lo que profundizaré en su par cubano y así comprueben la veracidad de este punto. Logró ganarse la confianza de dirigentes y gente de poder económico en Cuba, y poco a poco fue ampliando su caudal. De una casa en Santa Clara a una de altos quilates en el centro del Vedado que fue creciendo y creciendo hasta convertirse en una auténtica mansión, que incluyó la ganancia de un segundo piso que pertenecía a la Empresa de Telecomunicaciones ETECSA. En medio de su estancia en Matanzas luchó y obtuvo una edificación cercana a playa Varadero, también con todo el equipamiento y comodidades, y luego llegó la de Miami tras el contrato millonario de sus hijos, sin que el residir más tiempo en Estados Unidos lo haya hecho perder sus dos lujosas casas en Cuba. Pero al margen de sus casas y el dinero logrado por sus hijos, Víctor ha llevado a cabo otros negocios que mientras vivía a tiempo completo en Cuba lo convirtieron en el expelotero más adinerado de la Isla. 

9-Su familia 

   Tanto Melania Trump como Eneida Ríos han sido sido mujeres sumamente importantes para ambos. Además de ser muy mediáticas y tener protagonismo en la vida profesional de ellos dos, han sido un apoyo fundamental en sus resultados, especialmente porque el contar con características opuestas a sus maridos han tenido un papel especial para que su carácter no los haya perjudicado aún más. Igualmente hay que decir que sus hijos también han tenido un comportamiento diferente a sus controvertidos padres y han podido encaminarse en sus profesiones respectivas por su talento, amén que la incidencia paternal haya sido protagónica. 

10-Gustos estéticos y alimenticios 

   Si bien no tienen un estilo tan parecido, lo que los conecta es que utilizan un corte de pelo muy particular y algo exuberante para sus respectivas edades que los ha convertido en objeto de memes y comentarios que van más allá del chiste. La bebida preferida de ambos es el mundialmente famoso whisky escocés, que en el caso de Trump no extraña mucho por la tendencia histórica de los magnates norteamericanos. Víctor es amante también de la cerveza como cubano, al fin y al cabo, pero se decanta por la citada bebida europea. En cuanto a la comida ha trascendido que además de ser de buen comer los dos prefieren la carne que los hábitos vegetarianos, y en el tema de la música son muy seguidores de la llamada década prodigiosa y la música americana, aún cuando Víctor ha evidenciado su gusto por el reggaetón. 

   Pudiéramos buscar otros puntos de coincidencia más y seguro estoy que aparecerán, pero creo que ha sido suficiente para demostrar la afirmación del titular y el inicio de esta publicación. Lógicamente que también tienen muchas diferencias, pero creo que éstas se enfocan más bien en el mundo que los rodea y a lo que se dedican. Su esencia humana es lo suficientemente parecida que podríamos disfrazar a Víctor de Presidente de Estados Unidos y hacer lo mismo con Trump con un traje de pelotero y ponerlo a dirigir un equipo en Cuba. Pocos lo notarían. 

   Bueno, hay algo notable en lo que sí son diferentes, y es que si bien el político norteamericano no pudo reelegirse al menos tuvo una gran victoria hace cuatro años cuando ganó la presidencia de su país a pesar de no haberlo hecho por el voto popular. Víctor, por el contrario, estuvo por casi veinte años tratando y tratando de ganar en la pelota cubana y pese a usar todo tipo de métodos jamás pudo lograr el objetivo. Nadie sabe, quizá de la misma forma que dicen resurgirá Trump para una futura campaña presidencial su par cubano también lo haga y así logre un día su ansiado sueño. De paso se eliminaría la diferencia más visible entre estas dos gotas, que más que de agua parecen ser lavas del más poderoso, caliente y agitado volcán de esta tierra.

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