Por Yasel Porto
El estelar exlanzador y entrenador cubano Ciro Silvino Licea mantenía con preocupación a muchos de sus seguidores y amigos por la dilatación de su arribo oficial a los Estados Unidos. Mientras otros lograban más rápido el objetivo al granmense fue un poco diferente.
Según nos comunicó su cuñado este lunes Ciro Silvino finalmente fue puesto en libertad del centro de detención donde estaba hace varios días tras cruzar el Río Bravo por el poblado mexicano de Piedras Negras.
Acá en Swing Completo el colega Daniel de Malas había anunciado cuando se entregó a la guardia fronteriza y conducido a un centro de Texas para el habitual proceso que se desarrolla con todos los inmigrantes ilegales.
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Quien estuviera hasta la última temporada como entrenador de pitcheo de los Alazanes, demoró en México un poco más de lo previsto porque faltaba reencontrarse con un miembro cercano de su familia. Luego hubo otros situaciones menores que terminaron resolviéndose.
Ciro llevará su vida en la populosa ciudad de Houston, una de las más importantes del estado de Texas, y que en los últimos tiempos ha acogido una gran cantidad de cubanos. Llegará precisamente a solo días de iniciarse en ese mismo lugar la Serie Mundial entre Astros y Phillies.
Allí viven parte de su familia, no solo su cuñado, sino también su esposa, quien llevaba días con bastante ansiedad por acabar de estar junto al exlanzador.
Aunque los resultados en playoff del natural de Bayamo no fueron tan positivos en comparación con otros lanzadores, sus estadísticas generales dentro del béisbol cubano junto a su talento le ganaron un espacio importante en su etapa.
En dos ocasiones fue líder de los lanzadores (1999 y 2007), y estuvo en la selección nacional en múltiples oportunidades. Debutó con el equipo Cuba en la Copa Intercontinental de 1997 (perdió por el oro contra Japón) y luego repitió la plata en esta competición dentro del certamen de 1999.
Pero sus eventos más significativos en lo colectivo fueron el Mundial de Taipei de China en 2001 (campeón), los Panamericanos de Winnipeg 1999 (campeón) y su asistencia al Clásico Mundial de 2009.
Solo cuatro serpentineros ganaron más que Ciro Silvino en la historia de las Series Nacionales (208 en 23 temporadas), siendo de hecho el pitcher que ha emigrado con la mayor cantidad de éxitos en Cuba.
En su función como entrenador e pitcheo de la escuadra granmense hizo un trabajo muy destacado para contribuir así a los cuatro títulos de los dirigidos por Carlos Martí.
