Por Juan Páez
La temporada 2022 de la KBO (Organización Coreana de Béisbol) va a estar lo más interesante posible para los fanáticos cubanos. Con la llegada de Yasiel Puig al Kiwoom Heroes, está garantizada la presencia de cuatro peloteros nacidos en la isla. Lo mejor de todo es que todos los miembros del cuarteto cubano, dos lanzadores y dos jugadores de posición, tienen estatus de estrella.
Puig, quien llega por un año y un millón de dólares al circuito coreano, se unirá a Odrisamer Despaigne (KT Wiz), José Miguel Fernández (Doosan Bears) y Ariel Miranda (Doosan Bears) en una liga que tuvo como campeón en 2021 al club de Despaigne. ¿Por qué decimos que todos son estrellas? Pues hay varias razones. De hecho, cada miembro del trío antillano tuvo una tremenda actuación en la edición de este año.
Miranda dominó desde la loma de principio a fin. Con un soberbio desempeño en el morro, fue el mejor lanzador de toda la liga. Ganó el equivalente al premio Cy Young, fue líder en efectividad, en ponches y en aperturas de calidad. Estuvo a punto de titularse campeón, pero el KT Wiz se llevó la mejor parte en la Serie de Corea, la instancia equivalente a la Serie Mundial de las Grandes Ligas.
Su compañero, Fernández, es el de mayor experiencia en la justa asiática. Viene de otra gran actuación de 170 hits con una línea de .315/.391/.443 y, en total, acumula 429 compromisos con un average impresionante de .315. En el corazón de la alineación del Doosan, José Miguel aporta imparables por doquier, capacidad de embasarse y un contacto de antología (apenas suma 131 ponches en su carrera en la KBO).
El otro conocido por la afición coreana es Odrisamer Despaigne, un caballo de hierro en el montículo. En sus dos temporadas ha sido líder en entradas lanzadas y en pitcheos realizados, mientras que paralelamente tiene excelente rendimiento con el KT Wiz. Viene de ponchar a 165 rivales en 188.2 episodios y de ser el Jugador Más Valioso de la final, ante el Doosan, gracias a una memorable y determinante apertura en el tercer choque de la serie.
De último, está Puig. El Caballo Salvaje será uno de los peloteros de más cartel en la próxima edición de la KBO. Aunque tiene dos años sin aparecer en las Grandes Ligas, es aún un jugador de buenas herramientas, de apenas 31 años (cumplidos este martes) y con una buena hoja de vida en el más exigente nivel del béisbol.
Puig viene de una excelente demostración ofensiva con El Águila de Veracruz, de la Liga Mexicana de Béisbol. En 62 juegos disputados, pegó 12 dobles, 10 jonrones, impulsó 43 carreras, robó ocho bases en 10 intentos y conectó 64 imparables, con 32 bases por bolas y 36 ponches, además de una línea soberbia de .312/.409/.517. Tales números son grandes credenciales para su arribo a la KBO, donde intentará dejar un buen sabor de boca para aspirar a volver a Grandes Ligas o, por qué no, captar el interés de un equipo del béisbol japonés.