EN SU MEJOR TEMPORADA: Yolbert Sánchez tiene un aspecto que corregir

Por Gian Franco Gil

Su actuación en el mes de abril lo llevó, incluso, a escalar una división en las sucursales de los Medias Blancas de Chicago. El antillano pasó de clase Doble-A (Birmingham Barons) a Triple A (Charlotte Knights). De esa forma, se colocó a un pasó de entrar en la división de honor de los Estados Unidos.

Aunque mejoró en la campaña anterior, la principal deficiencia del oriundo de La Habana, Cuba, en sus tres primeras contiendas en Ligas Menores, era su producción ofensiva.

Este año, en el afán por llegar al primer conjunto de su organización, el habanero ha mostrado un bate mucho más consistente, educado, capaz de promediar más de .300 en 150 visitas oficiales al rectángulo de bateo.

Su ascenso a Triple-A lo consiguió el pasado 26 de abril; ese día se estrenó con tres indiscutibles en cinco turnos legales y una carrera impulsada. También, en el cuarto mes del año, entre su presencia en las dos clases, acumuló 26 imparables en 72 turnos legales al bate, para un average de .361.

A su vez, conectó par de biangulares como extrabases, remolcó a ocho compañeros y anotó en igual número de oportunidades, dejando un total de 16 carreras producidas.

Mientras, en mayo, en una división con exigencia similar a la de la Gran Carpa, mantuvo la regularidad mostrada a inicios de la campaña, aunque sus frecuencias ofensivas descendieron, pero continúa en la temporada sobre la elitista marca de .300 (.314).

En los últimos 30 días apareció el primer cuadrangular del año para Yolbert Sánchez y el número 12 de su carrera en las sucursales de los Medias Blancas. Además, disparó 23 inatrapables en 84 turnos legales, incluidos cuatro dobles, 12 impulsadas y nueve anotadas, para un total de 20 producidas (36 en el 2022). En tanto, dejó una línea ofensiva de .274/.337/.357 (AVE/OBP/SLG).

Por último, la nota pendiente en el jugador de cuadro en la presente temporada es su bateo de largo alcance. Siete extrabases (seis dobles y un jonrón) parecen muy pocos para un atleta que ha conectado 49 inatrapables y ha visitado el cajón de bateo en 156 oportunidades, lo que arroja un promedio de un extrabases cada 22.3 veces al bate y siete hits. Aspecto que debe mejorar si aspira a triunfar en un escenario en el cual se buscan bateadores que tengan elevadas frecuencias de conexiones de más de una almohadilla.

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