Por Reynaldo Cruz
El veterano inicialista cubano Yuli Gurriel demostró esta tarde porqué el Guante de Oro que ganó la temporada pasada no fue casualidad, al robarle un extra-bases al prospecto de los Detroit Tigers Spencer Torkelson realizando un acrobático engarce, propio de un jugador mucho más joven.
En la parte alta del octavo capítulo, con el partido 2-1 y un corredor en la intermedia por hit y error, Torkelson se encontró con un rompimiento hacia la zona de afuera del abridor y ganador del encuentro, Bryan Abreu, y la mandó con muy malas intenciones hacia la banda opuesta.
Como sucede en la mayoría de los casos, cuando alguien le pega descolgado y con fuerza hacia el bosque contrario, la pelota hizo una curva con intenciones de abrirse, picar detrás del infield y desviarse hacia territorio de foul. Pero Yulieski Gurriel tenía otra cosa en mente.
Sin perder la pelota de vista, el espirituano ejecutó un salto estilo Ninja y realizó un excelente engarce que evitó que los Detroit Tigers igualaran las acciones y complicaran más la entrada, pues Torkelson habría llegado al menos hasta la intermedia. Aunque no produjo a la ofensiva, el Yuli añadió valor a su desempeño con su mascotín.
El mediano de los hijos de Lourdes, quien aprendió a jugar la inicial luego de firmar con los Astros, tuvo una carrera prolífica en Cuba como defensor de la tercera y la segunda base—incursionó incluso en el campo corto—y los reflejos que mostró en la jugada de este sábado despejan todas las dudas de que todavía pueda instalarse a defender la esquina caliente de cualquier equipo.
Sin más, disfruten de este excelente fildeo.