Los 10 mejores de la historia: lanzadores relevistas

Por Jesús Pérez Vichot (Chuchi) Sí, quizás algunos se pregunten por qué usé el término «relevistas» y no la especialización de «cerradores». Pues resulta que no siempre la función de cerrador se usó con tanta frecuencia como en las últimas cuatro décadas. El relevista siempre ha estado presente, aunque en los comienzos de este deporte […]

Por Jesús Pérez Vichot (Chuchi)

Sí, quizás algunos se pregunten por qué usé el término «relevistas» y no la especialización de «cerradores». Pues resulta que no siempre la función de cerrador se usó con tanta frecuencia como en las últimas cuatro décadas.

El relevista siempre ha estado presente, aunque en los comienzos de este deporte y por decenas de años después no era muy común el trabajo constante de estos como lo es en la actualidad. Hoy día cuesta ver lanzar un juego completo a un pitcher abridor e incluso trabajar hasta el séptimo u octavo episodio no es lo cotidiano.

Por eso siento que es más justo elegir los mejores relevistas, ya sean intermedios o cerradores, aunque estos últimos lleven la voz cantante del bullpen. Con esta última entrega, culmino la saga de «mi top10».

Espero les haya resultado interesante cada uno de estos rankings personales, puede que causen varias polémicas, pero eso forma parte de todo lo relacionado con el mejor de los deportes, el béisbol (esta también es una opinión personal). Aquí les dejo los lanzadores relevistas de mi preferencia:

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1- Mariano Rivera: Al igual que sucedió con Ruth y Gehrig, Mo también manda en su rol. Tres Yankees #1, les aseguro que mi preferencia por el equipo del uniforme a rayas no influyó en estas decisiones, sino la calidad sobrada de estos tres atletas. «The Sandman» como también se le conoce a Rivera poseía el mejor cutter del béisbol, todos los bateadores rivales sabían lo que iba a lanzar Mo, pero no podían descifrarlo, era muy complicado hacer contacto con la esférica.

Rivera participó en 13 Juegos de Estrellas (MVP en el juego de 2013), ganó cinco anillos de Serie Mundial (MVP del clásico otoñal de 1999), en 2003 fue MVP de la ALCS y ganó cinco premios Rolaids Relief. En sus 19 años de carrera (todos con los Yankees) tuvo marca de 82-60, con 2.21 de PCL, por cada nueve entradas lanzadas permitió 7.0 hits, ponchó a 8.2 rivales y toleró solamente 0.5 HR, impresionante el dominio de Mo.

Además, es el líder histórico en juegos salvados (652), juegos finalizados (952) y ERA+ (205). Le batearon de promedio sus adversarios .211 y en tres ocasiones lideró la Liga Americana en salvamentos. Pero si sus números en temporada regular son fenomenales: ¿Qué podemos decir de actuación en postemporda? El panameño se lucía bajo presión, logró 42 rescates, en 141.0 innings permitió solo 86 indiscutibles, ponchó a 110 bateadores, tuvo marca de 8-1, con 0.70 de PCL y su WHIP fue de 0.759. El General Manager de los Yankees, Gene Michael, comentó sobre Rivera: «Nunca se sabe con certeza, pero acertamos. Aún no tenía el cutter, pero era muy rápido y tenía un gran control»… ¡Pues sí que acertaron! ¡Y de qué manera!

2- Dennis Eckersley: «Eck» en sus inicios fue un lanzador abridor y le sucedió lo mismo que a John Smoltz; ambos se convirtieron en estelares cerradores. Solo Smoltz y Eckersley pueden decir que fueron lanzadores abridores en varias ocasiones en el Juego de Estrellas y luego se convirtieron en cerradores dominantes.

Las estadísticas de Eck como relevista incluyen: 390 juegos salvados, 2.85 PCL, 0.999 WHIP, 6.29 K y 1 BB por cada nueve entradas lanzadas y 136 ERA+. Además, también en la función de relevista logró estar en cuatro Juegos de Estrellas, ganó un premio Cy Young en 1992 (mismo año que fue nombrado MVP), ganó una Serie Mundial, fue MVP de la ALCS 1988 y ganó en par de ocasiones el premio Rolaids Relief.

Durante un lapso de cinco años, lideró la liga en salvamentos dos veces, terminó entre los seis primeros en la votación del premio Cy Young en cuatro ocasiones y tuvo una de las temporadas más dominantes en la historia del béisbol en 1990: 0.61 de efectividad, 48 salvamentos, 73 K y 4 BB en 73.1 IP. Su historia negativa llegó en la Serie Mundial de 1988 cediendo el memorable jonrón de Kirk Gibson y permitiendo una efectividad de 5.79 en seis apariciones en aquel Clásico de Otoño. Pero eso no empaña la gran carrera de Eck, que en 24 campañas (como abridor y relevista) tuvo marca de 197-171 y un PCL de 3.50.

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3- Trevor Hoffman: El caso de Hoffman es el de un cerrador atípico. No poseía una gran velocidad como es común en los cerradores, pero fue uno de los más exitosos de la historia. Originalmente era un jugador de cuadro e incluso con un solo riñón, pero esto no afectó para nada sus resultados como lanzador (cerrador).

En 1994, Hoffman se lesionó el hombro derecho dos veces en un día mientras practicaba deportes en la playa y su velocidad de bola rápida se debilitó de 95 mph a poco menos de 90, una reducción que podría parecía ponerle fin a su carrera. Pero de eso nada, Sus totales después de 18 temporadas en las Grandes Ligas se ubican entre los mejores de todos los tiempos: 601 salvamentos, 856 juegos terminados, una proporción de 1.06 boletos y hits por entrada, 9.36 ponches por cada nueve innings y una efectividad de 2.87. Además, participó en siete Juegos de Estrellas, ganó dos premios Rolaids Relief de la Liga Nacional (1998 y 2006), en 2006 fue galardonado con el Lou Gehrig Memorial Award y en 2008 con el Branch Rickey Award.

4- Rollie Fingers: El hombre del bigote más famoso en la historia de la MLB era más que eso, fue el mejor cerrador de su época y uno de los mejores de todos los tiempos. Hay que señalar que Fingers comenzó su carrera como lanzador abridor, pero al llegar a Las Mayores su actuación en este rol fue limitada. Fingers siempre le ha dado crédito al manager Dick Williams por trasladarlo al bullpen y convertirlo en un cerrador.

En su carrera de 17 temporadas al más alto nivel, logró 114 victorias, 341 salvamentos, mil 299 ponches, una efectividad de 2.90, permitió 7.8 hits y ponchó a 6.9 rivales cada nueve entradas lanzadas y trabajó en 1701.1 innings en 944 juegos. En 1981 ganó los premios MVP y Cy Young de la Liga Americana, participó en siete Juegos de Estrellas, ganó cuatro premios Rolaids Relief y tres Series Mundiales (resultando MVP en el clásico de otoño de 1974). Fingers es uno de los pocos jugadores de la MLB que tiene su número retirado por más de un club (Oakland Athletics y Milwaukee Brewers).

5- Billy Wagner: «Billy the Kid» es uno de los cerradores más dominantes de la historia, sus 6.0 hits permitidos y 11.9 ponches propinados cada nueve entradas lanzadas, además de su promedio de bateo permitido de .187 (es el más bajo de cualquier relevista retirado), así lo avalan. Poseedor de una bola rápida que llegaba a las 100 MPH, intimidante a pesar de no tener un físico impresionante ( 5’10 de estatura ).

Durante 16 años de carrera en Las Mayores logró 422 rescates, efectividad de 2.31, 0.998 de WHIP, 3.99 K:BB, 187 ERA+ y récord de 47-40. Wagner estuvo presente en siete Juegos de Estrellas, ganó el premio Rolaids Relief en 1999 y actualmente su nombre aparece una vez más en las boletas para optar por un sitio en el Salón de la Fama de Cooperstown.

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6- Rich Gossage: «Goose» fue fenomenal. Su temporada de 1975 sigue siendo la mejor en la historia del béisbol por un lanzador relevista en términos de WAR ( 8.2 ); tuvo una efectividad de 1.84, 26 salvamentos (líder en la liga) y trabajó en 141.2 entradas en 62 apariciones como relevista, algo descomunal.

Tres veces en su carrera lideró la Liga Americana en salvamentos, en cuatro ocasiones terminó entre los cinco primeros en la votación del premio Cy Young y tuvo una efectividad de 2.63 en la Serie Mundial. Goose fue uno de los mejores cerradores de la liga de 1975 a 1985, a pesar de un experimento de un año como lanzador abridor en 1976 con los Medias Blancas. En 22 años de carrera en la MLB tuvo marca de 124-107, efectividad de 3.01, 310 salvamentos, permitió 7.4 hits y ponchó a 7.5 rivales por cada nueve innings lanzados y sus rivales le batearon para .228. Además, fue seleccionado a nueve Juegos de Estrellas, ganó el premio Rolaids Relief en 1978, mismo año que obtuvo la Serie Mundial con los Yankees.

7- Craig Kimbrel: En la pasada campaña con los Cubs trabajó para 0.49 de PCL, con 23 rescates, solamente 13 hits permitidos en 36.2 entradas lanzadas y 64 ponches propinados, sin embargo, cuando fue adquirido por los White Sox no cumplió el mismo rol (sigo sin explicarme) y su actuación fue más que discreta. Pero no hay dudas que ha sido uno de los mejores cerradores de la historia.

En 12 campañas en Las Mayores posee marca de 35-29, con un magnífico PCL de 2.18, 372 juegos salvados, WHIP de 0.953 y presten atención a esto: le conectan solamente 5.0 hits y poncha a 14.7 rivales por cada nueve entradas lanzadas y los rivales le batean para un anémico .158, impresionante lo de «Dirty Craig». También lideró durante cuatro temporadas consecutivas la Liga Nacional en salvamentos (2011-14), ganó el premio Novato del Año en 2011, ha sido seleccionado a ocho Juegos de Estrellas, ganó la Serie Mundial en 2018 con Boston, los premios Rolaids Relief en 2012, Hoffman Reliever en 2014 y Rivera Reliever (AL) en 2017.

8- Aroldis Chapman: El misil cubano posee números semejantes en algunos renglones estadísticos a los de Craig Kimbrel. Permite 5.1 indiscutibles y abanica a 14.9 rivales por cada nueve innings lanzados. Además, los oponentes le batean solamente .163. En 12 temporadas en la MLB acumula 40 victorias y 31 derrotas, con un PCL de 2.36, 306 salvamentos y 1.047 de WHIP.

Chapman ha sido seleccionado a siete Juegos de Estrellas, ganó la Serie Mundial de 2016 con los Cubs y el premio Rivera Reliever de la Liga Americana en 2019. No ha existido nadie desde Randy Johnson que intimide tanto a los bateadores como lo hace Aroldis Chapman. Regularmente alcanza las 100 millas por hora con su bola rápida y tiene el récord de todos los tiempos al registrar 105.1 MPH en un lanzamiento (dos veces). Al igual que Kimbrel y el próximo en la lista (activos los tres), Chapman tiene enormes posibilidades de convertirse en un futuro inmortal del Salón de la Fama de Cooperstown.

9- Kenley Jansen: El nacido en Willemstad, Curacao, comenzó como un receptor de Liga Menor de potente brazo pero pobre a la ofensiva. Tuvo la opción en 2009 de probar el montículo o ser liberado, tomó la decisión correcta y los Dodgers pronto tuvieron un cerrador de calidad suprema.

En su mejor momento, Jansen es lo más parecido a Mariano Rivera, apoyado casi en su totalidad por su endemoniado cutter. Jensen acumula un récord de 37-26 en 12 campañas en Las Mayores, con efectividad de 2.37, 350 rescates, 0.928 de WHIP, .178 de bateo oponente, permite 5.7 hits y poncha a 13.0 rivales por cada nueve entradas lanzadas. Jensen ha sido seleccionado a tres Juegos de Estrellas, ganó la Serie Mundial de 2020 con los Dodgers y en par de ocasiones el premio Hoffman Reliever de la Liga Nacional.

10- Hoyt Wilhelm: Recordado por muchos aficionados cubanos ya que lanzó en la Liga Profesional de la isla caribeña en los años 50’s del pasado siglo (dos campañas con el Habana). Wilhelm se hizo famoso sobre todo por su devastador knuckleball, una bola de nudillos, que probablemente lanzó mejor que cualquier otro pitcher en la historia (con permiso de Eddie Fisher, Phil Niekro y Wilbur Wood, entre otros).

En la segunda mitad de su carrera, fue igualmente conocido por su avanzada edad: se había convertido en un «viejo» lanzador de nudillos. En 21 campañas en la MLB, solamente tuvo 52 aperturas de un total de mil 070 juegos en los que actuó. Sin embargo, logró 143 victorias ( 122 derrotas ), su efectividad fue de 2.52, salvó 228 encuentros, soportó 7.0 hits y abanicó a 6.6 bateadores por cada nueve entradas lanzadas, con un WHIP de 1.125 y .216 de promedio de bateo oponente. Wilhelm participó en ocho Juegos de Estrellas, ganó la Serie Mundial de 1954 con los New York Giants y lideró la liga en efectividad dos veces (una vez la Liga Nacional y en otra ocasión la Liga Americana).

A excepción de Billy Wagner, Craig Kimbrel, Aroldis Chapman y Kenley Jensen, el resto de los elegidos pertenecen al Salón de la Fama de Cooperstown.

Menciones: Lee Smith, Bruce Sutter, John Franco, Francisco Rodríguez, Dan Quisenberry, Fernando Rodney, Eric Gagne, Joe Nathan, Tom Gordon, Tom Henke, Tug McGraw, Jonathan Papelbon, Willie Hernández, Jason Isringhausen, Dan Plesac, Jeff Reardon, Kent Tekulve, Stu Miller, Randy Myers, Roy Face, Troy Percival, Bobby Thigpen, Francisco Cordero, Firpo Marberry, Ellis Kinder, John Wetteland, Edwin Díaz, Neftali Feliz, Roberto Hernández, Brian Fuentes, Dave Righetti, Joakim Soria, Robb Nen, Todd Jones, Doug Jones, José Mesa, John Hiller, David Robertson, Huston Street, Sparky Lyle, Dellin Betances, Armando Benítez y Rafael Soriano.

En el caso de John Smoltz, lo mencioné entre los lanzadores abridores, pero también puede ser incluido entre los mejores relevistas de la historia.