Por Juan Páez
La dura derrota que sufrieron los Cardenales de San Luis 6×3 contra los Filis de Filadelfia en el primer juego de la Serie del Wild Card en la Liga Nacional, este viernes, tuvo una incidencia directa en el presente de Albert Pujols. Al ser una serie al mejor de tres encuentros y con los Cardenales al borde de la eliminación, Pujols pudiese jugar por última vez este sábado, desde las 8:37 pm (ET).
La mala noticia para Pujols es que los Filis van con su mejor lanzador: Aaron Nola. Sin embargo, Nola lanzó solo una vez frente a los pájaros rojos en la ronda regular y, aunque tiró 7.0 innings, permitió cinco carreras limpias y perdió el juego. La buena noticia para el dominicano es que siguen disfrutando de la ventaja mental que da la localía.
Si el mánager Oliver Mármol mantiene su lineup, Pujols sería titular para este segundo juego de la lucha por el comodín del viejo circuito.
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La cruda realidad es que Pujols podría enfrentarse a dos compromisos consecutivos que serían decisivos para su trayectoria en la Gran Carpa. Si los Cardenales ganan hoy en la noche, este domingo disputarían el tercero y último de la serie, con Pujols nuevamente a las puertas del retiro.
Es bien probable que todo el que aprecie la carrera de la Máquina esté deseando al día de hoy que San Luis remonte y que, ni quiera Dios, una serie tan cortísima como la del Wild Card sea lo último que se vea de Pujols como jugador activo. Pero si ese fuera el caso, si los cuáqueros dan hoy o mañana el puntillazo final y eliminan a los Cardenales, nada le quitará a Pujols no solo su carrera brillante e ilustre, sino su 2022 de leyenda.
Cuando todo el béisbol pensaba que, lógicamente, a los 42 años Pujols no podría ser ni la sombra de lo que algún día fue, el quisqueyano se encargó de refutar y cambiar ese pensamiento colectivo a punta de batazos para ayudar a su equipo.
Pujols hizo valer cada una de sus 351 apariciones en 109 juegos de ronda regular. Conectó 83 hits, con 14 dobles y 24 jonrones (máxima cantidad desde 2016). Empujó 68 carreras, anotó 42 veces y dejó una soberbia línea ofensiva de .270/.345/.550, con OPS de .895.
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Así se marchó como uno de cuatro peloteros con 700+ cuadrangulares (Barry Bonds, Hank Aaron, Babe Ruth, Pujols), el segundo jugador con más carreras empujadas en la historia (2.218), el tercero en extrabases (1.405), el quinto con más dobles (686), el décimo en hits (3.384) y uno de dos figuras con al menos 700 vuelacercas y dos mil impulsadas, junto con Aaron, entre otras estadísticas para el recuerdo.
A esa increíble hoja de vida, hay que sumarle un premio al Novato del Año, tres al Jugador Más Valioso, 11 asistencias al Juego de Estrellas, dos Guantes de Oro, seis Bates de Plata, un título de bateo, dos Series Mundiales y un MVP en Serie de Campeonato (2004). Próximamente, en cinco años a partir de su retiro, habrá que añadir la estampa de inmortal del Salón de la Fama.
Ocurra hoy el retiro de Pujols o no, hay que seguir de cerca cada próximo turno del dominicano y ser testigo de las últimas partículas en la construcción de una carrera que fuimos afortunados de presenciar. La trayectoria del que posiblemente es uno de los 10 mejores bateadores en la historia de un juego por el que han pasado más de 22 mil 500 hombres. José Alberto Pujols, punto final.
