Por Jesús Alaín Fernández/@JesusLCA2017
Termina la primera gira de la temporada. Los Dodgers estarán regresando a Chávez Ravine y acá les dejo parte de las primeras sensaciones. En esta ocasión tocaremos el picheo, abridor y de relevo, por ser una de las piedras angulares.
El picheo abridor fue cumplidor en sentido general. En 21,1 entradas lanzadas por los abridores de los cinco primeros encuentros la efectividad fue de 2.53 (sextos en todas Las Mayores y segundos en la Liga Nacional). La apertura promedio fue de poco menos de 4.1 entradas, lo cual para la etapa inicial luego de un “Spring Training” recortado puede catalogarse de bueno. 344 lanzamientos bastaron para colocarse como los terceros más ponchadores cada nueve entradas (K/9=10.97) y propinando 5.20 (quintos) ponches por cada pasaporte regalado.
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No obstante y por orden de satisfacción las palmas se las llevan Clayton Kershaw y Andrew Heaney. Dos de los tres lanzadores zurdos del staff abridor tuvieron actuaciones relevantes ante los Mellizos de Minnesota y al Target Field no le quedó más que inclinarse en reverencia ante ellos.
El recién llegado del Bronx dio señales que, conociendo a los arquitectos tras bambalinas de los Dodgers, pudieran bien no ser de humo. En 4.1 EL permitió solo tres imparables y una anotación con cinco ponchados sin boleto. Sus 67 picheos le dieron un promedio de 15.46 por entrada, que con seguridad en otro momento más avanzado de estado de forma le hubiese permitido lanzar hasta la sexta sin dificultades superiores.
De Clayton Kershaw, ¿Qué decir? El zurdo tejano arrancó la temporada despejando las dudas sobre lo que puede ser su 2022. Perfecto en todos los sentidos durante siete entradas y 80 lanzamientos, sin “hard hits” permitidos, con 20 “swing and misses” propinados y 13 ponchados. El futuro “Hall Of Fame” de los Dodgers lanzó esa cantidad de picheos por primera vez desde tarde en junio del pasado año, por lo que dio también muestras de fortaleza en su hombro y de que no se tomó su físico por sentado y trabajó fuerte mientras todos dormían en casa.
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En modo dudas, el mexicano Julio Urías (57 picheos, 28.5 por entrada lanzada, .417 de BABIP). Aunque es bien temprano para sacar conclusiones no se le vio bien en las dos últimas apariciones (incluida la “Subway Serie”). Su velocidad no estaba allí, al igual que el control sobre los picheos. Le pegaron fuerte y costó derrota pero la temporada es joven y aún queda mucho por escribir.
Del resto, Walker y Gonsolin, sin sorpresas. Buehler cumplidor pero sin excesos de eficacia lanzando cinco entradas en las que permitió cuatro imparables, dos anotaciones, regaló dos boletos y ponchó a cinco.
Gonsolin, por su parte, al nivel esperado. En tres entradas de cinco inatrapables, una base por bolas (mucho tráfico) y tres ponches permitió una anotación. Sus 62 picheos y un BABIP de .455 muestran en principio nuestros temores pre competencia.
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El bullpen lidera todas Las Mayores con un Whip de 0.88 (vital para lanzadores que vienen de relevo). Daniel Hudson (2.0, 4k) y Brusdar Graterol (2.2, 1K, 3H) han dado las notas más altas. Otro “reciclado” y uno que regresa luego de un año en que no estuvo en su condición probable.
Para la serie que se avecina, el Opening Day en casa ante los Rojos, los ojos estarán sobre todo en Buehler y Urías, así como Craig Kimbrel que estuvo fallido en su salida inicial. También el domingo veremos el regreso al box de Andrew Heaney y su primera apertura en la nueva casa. A Buehler no se le espera con expectativa, más bien con la certeza de que el trabajo será hecho.
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