Por Yasel Porto
Mientras otros deportes en la Isla han abiertos ciertas puertas a jugadores contratados de forma independiente en ligas internacionales, varios de ellos emigrados desde hace tiempo, el béisbol sigue bien lento para las necesidades de su selección nacional y su campeonato doméstico.
El baloncesto cubano ha dado pasos de avance muy importantes, que si bien no resuelven los problemas básicos de esta disciplina al menos contribuyen a dar una imagen un poco mejor y sobre todo, a empezar a actuar en concordancia con los tiempos que corren y así desterrar rencores y caprichos que lo único que hacen es daño.
La Liga Superior del deporte ráfaga no solo he dejado claro que los jugadores que estén contratados por su cuenta en determinos circuitos del planeta podrán estar presente en el certamen tan pronto como en esta misma edición, según la publicación del colega Luis Alberto Izquierdo Valdés.
Pero en diálogo con este profesional, a quien admiro muchísimo por ser uno de los especialistas más respetados en deportes como voleibol y baloncesto, me confirmó que también habrá novedades en la próxima convocatoria del equipo nacional.
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De momento figuras los nombres de Sigfredo Casero Jr. y Raúl de la Cruz. El primero es hijo de uno de los defensas que conformó la épica escuadra Capitalinos que reinó en la mayoría de las primeras ediciones de la LSB, desempeñándose en los últimos tiempos dentro de la liga de Bélgica. El otro es un joven que interviene en una lid en Italia y debe llegar a Cuba alrededor del 20 de febrero.
A ellos dos habría que sumar al experimentado Yorman Polas, quien de momento ha estado con el objetivo primario en su equipo provincial de Camagüey.
Eso sí, en estos y en el resto de los casos de jugadores interesados en integrarse en el futuro a la LSB y el conjunto cubano tienen que acogerse al muy cuestionado proceso de repatriación. En eso sí existe similitud con respecto al béisbol y a cada una de las disciplinas bajo el manto del INDER, que en el caso de Cuba son todas. Eso y también en que el que haya abandonado delegación no está contemplado incluso aunque recupere la residencia.
Si bien el béisbol anunció tímidamente que los peloteros podrán contratarse de forma independiente y jugar la Serie Nacional, todavía es parte de una teoría que ya se vivió el pasado año con el Preolímpico. Mientras se informó públicamente que aquel que quisiera sumarse al grupo podía hacerlo tenías las puertas abiertas, fueron varias las trabas y justificaciones con respecto a los interesados.
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El baloncesto es uno más de los deportes que han superado tabúes y prejuicios que solo entorpecen el desarrollo. Muy famoso fue el caso de los balonmanistas cubanos «no federados» que sin dudas «rompieron el hielo» a la hora de representar a Cuba con un plantel lleno de jugadores emigrados. También ha pasado con el voleibol con Roberlandy Simón como el ejemplo más connotado.
No obstante, hay disciplinas como el atletismo que siguen negados a permitir que exponentes que residen en el exterior puedan participar con Cuba.
El béisbol cubano necesita poner en práctica decisiones similares y otras más que favorezcan mucho más el panorama futuro. A un año del Clásico Mundial 2023 la realidad existente vislumbra un camino todavía peor que el recorrido en la última competición, pues ahora ni siquiera el grupo más bondoso hace mejorar el pronóstico. Es que en esencia, nuestros problemas son cada vez más graves mientras nuestros rivales superan más los suyos.